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Alto contrasteDF Tax | La responsabilidad social tributaria de las empresas
Por Pablo Quezada, socio de Tax Controversy en Deloitte.
Terminó abril y también está concluyendo la Operación Renta 2025. Ahora los ojos de las grandes empresas y grupos empresariales están puestos en los nuevos requerimientos de información incluidos en la Declaración Jurada 1913 que se debe presentar ante el Servicio de Impuestos Internos (SII) en junio de este año.
Entre las novedades está el concepto de Responsabilidad Social Tributaria, en el que el SII busca agrupar una serie de consultas con el objetivo de conocer las prácticas de gobierno corporativo junto con la gestión de riesgos tributarios de las empresas. Así, por ejemplo, las organizaciones deberán responder si tienen implementado un estándar de buenas prácticas tributarias (v.gr. GRI-207), quién es el órgano responsable de supervisar su aplicación (v.gr., uno o más directores, el gerente general u otros gerentes, un comité especial, etc.), y si la compañía cuenta con una matriz de riesgos tributarios.
Si bien estas preguntas tienen un carácter meramente informativo para el servicio, ellas se enmarcan en un contexto mucha más amplio y exigente, considerando las modificaciones introducidas por dos leyes que son bastante recientes: Ley de Delitos Económicos y la Ley de Cumplimiento Tributario. Estas establecen la responsabilidad penal de la empresa por delitos tributarios, y una multa por elusión que puede alcanzar los $ 205 millones aproximadamente a la empresa y responsabilidad solidaria de sus directores, representantes y administradores en caso que incumplan sus deberes de dirección y supervisión.
A esto se suma el concepto de Sostenibilidad Tributaria introducido por la Ley de Cumplimiento Tributario, que permitirá a los contribuyentes optar a una certificación de sus prácticas tributarias por un tercero independiente o por el SII, y cuya regulación más específica se encuentra todavía en elaboración.
La nueva normativa genera desafíos importantes para las compañías, ya que eleva el nivel de cuidado de la alta dirección, siendo necesarias revisiones periódicas, internas o externas, de la estrategia tributaria y de sus sistemas de compliance.
Por otro lado, el SII podría establecer un cronograma especial para presentar declaraciones de impuestos y declaraciones juradas o la posibilidad de acceder a mayores porcentajes de condonación de intereses y multas, para hacer más atractivo acogerse a los programas de Sostenibilidad Tributaria.
Así las cosas, el éxito de las iniciativas del SII dependerá de los requisitos que se fijen para acceder a ellas, así como de los beneficios asociados, siendo un elemento esencial que la regulación definitiva no sea más exigente que aquella existente en los países que se están considerando como modelo.
