“El desafío de recuperar la inversión”
HERMANN VON MÜHLENBROCK PRESIDENTE DE SOFOFA
- T+
- T-
Para muchos, las cifras de inversión resultan ser un abstracto económico, algo alejado de su vida o de su entorno más cercano. Más importancia le dan a cifras de desempleo como la entregada por el INE el martes pasado, las que mostraron una tercera alza consecutiva en esta medición, alcanzando un 6,4%. Sin embargo, no debemos equivocarnos, las cifras de empleo son una consecuencia de la inversión.
Cuando las empresas logran llevar a cabo sus planes de inversión, lo consiguen por contar con un importante capital: sus trabajadores. Por lo tanto, cuando a las empresas les va bien, a sus trabajadores también les va bien, generando con ello un círculo virtuoso en donde la calidad de vida de las personas mejora en su conjunto.
Por eso, como Sofofa le hemos dedicado grandes esfuerzos a la construcción de un registro consistente y fácil de conocer.
El último catastro de proyectos de inversión del gremio reúne las cifras recopiladas entre enero y diciembre de 2015, y arroja una caída en la inversión de 3,2% respecto al año anterior. Si a ésta le sumamos la caída de 9,3% de 2014, en el último bienio las inversiones han disminuido 12,1%.
El bajo desempeño de la inversión en 2015 se explicó, principalmente, por la disminución registrada en los sectores de Minería; Industria y Turismo.
Mientras que Infraestructura y Energía contrarrestaron una mayor baja. En tanto, si comparamos el monto que suman los proyectos "detenidos" en 2015, vemos que este componente se redujo 7,6% respecto al año anterior, explicado principalmente por el inicio de grandes proyectos mineros.
Tal es el caso de la fusión que presentó "El Morro" y "Relincho", que por sí solos registraban una inversión detenida de US$ 3.900 millones y US$ 4.500 millones, respectivamente. Ahora, con su reestructuración, este proyecto rebautizado como "Corredor" prevé una inversión activa de US$ 3.500 millones.
Entre las razones que propiciaron la baja de proyectos detenidos pueden haber incidido los esfuerzos por destrabar proyectos por parte del gobierno, aunque como ya lo mencionamos, sólo contribuyó a evitar que la caída fuera más profunda.
El que no estemos generando las condiciones propicias para recibir inversiones del exterior (además de mantener las que están en el país) es un asunto que requiere la atención de nuestras autoridades. También el hecho de que nuestras empresas parecen estar perdiendo el impulso inverso.
Algo que reafirma lo anterior son los resultados del último Informe de Competitividad Mundial 2016, elaborado por IMD (Suiza) y la U. de Chile, que muestran que nuestro país cayó -por quinto año consecutivo- en la clasificación general, del puesto 35 al 36 (de un total de 61 países).
Si queremos volver a niveles de crecimiento de al menos 4% o 5%, necesitamos trabajar aún más fuerte en despejar las incertidumbres existentes y generar las condiciones propicias para que el emprendimiento se lleve adelante con agilidad.
Es tarea tanto del Estado como de los privados el contribuir a ese objetivo. Desde la empresa, una vez más, ponemos todos nuestros recursos y estudios a disposición.