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Mauricio Villena

¿Fin a la guerra comercial?

MAURICIO VILLENA Decano Facultad de Administración y Economía UDP

Por: Mauricio Villena

Publicado: Jueves 12 de junio de 2025 a las 04:03 hrs.

Mauricio Villena

Mauricio Villena

El más reciente informe del Banco Mundial recortó la proyección de crecimiento global a 2,3%, la cifra más baja para un año no recesivo desde 2009. Esta desaceleración no es coyuntural: marca una década que podría consolidarse como la de menor dinamismo desde los años ‘60. ¿La causa principal? Una combinación de proteccionismo arancelario, tensiones geopolíticas y falta de coordinación multilateral.

Buena parte de este deterioro responde a la renovada ofensiva arancelaria de EEUU. Bajo la administración Trump, desde abril se impuso un arancel general del 10% a todas las importaciones, con sectores estratégicos -como acero, aluminio y productos chinos- enfrentando cargas de hasta 54%. Según el Banco Mundial, si esta escalada continúa, el crecimiento global podría caer a 1,8 %.

“A nivel global, el reto es mayor: evitar que esta década se consolide como un período de estancamiento inducido por decisiones proteccionistas”.

América Latina ha sido una de las regiones más afectadas. Chile, no es la excepción. Su previsión de crecimiento para 2025 cayó a 2,1%, bajo el promedio regional (2,3%) y de la estimación de enero (2,2%). Es una señal preocupante: una economía tradicionalmente abierta, como la chilena, enfrenta hoy los límites de un entorno internacional crecientemente fragmentado y hostil al comercio.

En este contexto, EEUU y China celebraron en Londres una nueva ronda de negociaciones, tras lo cual anunciaron un marco de acuerdo para desescalar tensiones: reducción temporal de aranceles, flexibilización de exportaciones chinas de tierras raras, y mayor apertura estadounidense a productos tecnológicos estratégicos. La reacción de los mercados fue moderadamente a positiva: el S&P 500 subió 0,5%, el Nasdaq 0,6%, y las bolsas asiáticas también mostraron alzas.

¿Marca esto el fin de la guerra comercial? No necesariamente. La aparente distensión contrasta con hechos recientes en Washington: pocos días antes, Trump duplicó los aranceles al acero y aluminio al 50%, bajo argumentos de seguridad nacional. Esta contradicción -diplomacia aperturista frente a política interna proteccionista- solo genera incertidumbre para los mercados y los socios de EEUU.

La estructura de incentivos sigue siendo frágil. China concentra más del 80% de la producción mundial de tierras raras, un instrumento de presión clave. EEUU, pese a su resiliencia, tiene debilidades estructurales en sus industrias manufactureras y tecnológicas. No puede descartarse que lo acordado en Londres no se materialice.

A nivel global, el reto es mayor: evitar que esta década se consolide como un período de estancamiento inducido por decisiones proteccionistas. Los acuerdos de Londres solo tendrán efecto si forman parte de una estrategia coherente de apertura, modernización institucional y cooperación internacional. De lo contrario, serán gestos simbólicos sin impacto duradero.

Chile, como economía pequeña y abierta, no tiene margen para influir, pero sí para prepararse. Eso requiere al menos: diversificar mercados de exportación, robustecer la matriz productiva para reducir dependencias externas y participar activamente en espacios multilaterales que promuevan reglas claras y estables para el comercio internacional.

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