Francisco Armanet

La primera imprudencia de nuestro actual Banco Central

Sorprendente resultó la destreza del Banco Central al asegurar que las acciones chilenas estaban sobrevaloradas. Desde que el instituto emisor entregó su opinión hace menos de dos meses, la bolsa local ha caído 7 %, mientras el mundo entero...

Por: Francisco Armanet | Publicado: Miércoles 16 de febrero de 2011 a las 05:00 hrs.
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Sorprendente resultó la destreza del Banco Central al asegurar que las acciones chilenas estaban sobrevaloradas. Desde que el instituto emisor entregó su opinión hace menos de dos meses, la bolsa local ha caído 7 %, mientras el mundo entero -medido por el MSCI All World- ha rentado 6 %. Japón ha subido 2 % y las principales bolsas latinoamericanas, como México y Brasil, han experimentado bajas de 3%. 


Esto significa que existe una percepción de deterioro relativo de la economía chilena en relación a prácticamente todas las economías del mundo. Extraño ¿no? Basta con mirar sólo tres datos durante los últimos 60 días para darse cuenta de esta inconsistencia: precio del cobre, crecimiento y empleo. 
¿Efectivamente las acciones chilenas estaban “caras” y el Banco Central cuenta con profesionales capaces de predecir precios futuros o el prestigio del instituto emisor “movió” el mercado a la baja? Asumamos por un instante que el instituto emisor posee un talento para predecir el valor de ciertos activos. 
De ser así, el Central debiera utilizar esta pericia para generar utilidades y mejorar su balance. Sería conveniente para los intereses de la nación que los profesionales del instituto emisor estimaran el valor “real” del cobre para los próximos cinco años. Esto, mediante la suscripción de contratos a futuro, incrementaría la riqueza nacional en miles de millones de dólares. Los buenos profesionales para valorizar activos a futuro son capaces de predecir su tendencia seis o siete veces de cada 10. Supongamos que Codelco, con la asesoría del Central, suscribe un contrato de venta de cobre a 1 año plazo por US$ 100 millones todos los días durante un año. Asumamos que el futuro de cobre a 1 año se transa hoy a 
US$ 4 la libra y el instituto emisor tiene la convicción de que el precio del cobre llegará, en un año a 
US$ 3. Si asumimos una tasa de éxito de 70%, créanme distinguidos lectores que, haciendo bien los cálculos, de la nada, se estaría generando una riqueza de más de US$ 10 mil millones anuales. 
¿Conoce usted algún empleado, ejecutivo o un grupo de ellos que sea capaz de agregar, de la nada, un valor de US$ 10.000 millones por año y donde los analistas, gerentes y consejeros reciben una compensación de 100, 200 o 300 mil dólares por año? ¡No, porque no existen! Ni Warren Buffet puede. 
Por tanto, suponer una destreza del Central para predecir precios, con probabilidad superior al 50%, no es razonable. En consecuencia, en opinión del suscrito, el Banco Central “movió” a la baja el mercado después de sus declaraciones, lo que resulta imprudente y perjudicial para los chilenos. El Banco Central no puede emitir juicios de manera pública sobre el valor “real” de ningún activo que esté fuera del ámbito de su competencia por dos razones: 1) Porque la Ley Orgánica establece claramente los objetivos del instituto emisor y sus instrumentos, y efectuar este tipo de declaraciones, está fuera del mandato constitucional establecido en la Ley; 2) y porque no posee esa destreza. Si el interés del Central era “estabilizar el valor de la moneda” aumentando el precio del dólar, espantando a los inversionistas extranjeros; esta no es la herramienta. Por el interés de esos millones de ahorrantes chilenos que están en las AFP y que, al parecer, a pocos les importan, esperemos que esta imprudencia, sea la primera y última. 


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