Click acá para ir directamente al contenido
Columnistas

Los inversionistas se mantienen distantes de Latinoamérica

Alexi Olivares

Por: Equipo DF

Publicado: Martes 10 de marzo de 2015 a las 04:00 hrs.

Los problemas estructurales de la región LatAm, con énfasis en Brasil, en medio de una desaceleración cíclica, han explicado un decenio perdido para la rentabilidad empresarial, que en la actualidad se mezclan con escándalos de corrupción que terminan por potenciar negativamente las expectativas y confianzas de los inversionistas. Los inversionistas continúan alejándose de la renta variable latinoamericana, registrándose flujos de salida de capital todos los años desde 2011. Incluso, en tres de estos cuatro años la cifra, expresada como porcentaje de los activos bajo gestión, es de dos dígitos. En lo que va de 2015 esta tendencia continúa y los flujos de salida se aproximan ya a 5%. Así de concluyente es nuestro último reporte Credit Suisse Investment Strategy & Research Private Banking & Wealth Management de marzo.


Las valorizaciones de las acciones en la región no son lo suficientemente atractivas. A su vez, el debilitamiento de los tipos de cambio frente al dólar resulta problemático para los inversores internacionales, pero puede servir para aumentar la competitividad de esta zona a escala internacional. Los beneficios empresariales se están contrayendo. El beneficio por acción de los últimos 12 meses en el Índice MSCI Latin America está en su nivel de finales de 2005. A modo de comparación, la cifra de beneficios del Índice MSCI Emerging Asia para el mismo periodo se sitúa casi un 76% por encima de su nivel de finales de 2005.


Es verdad que los beneficios empresariales se han mostrado volátiles y muy cíclicos en Latinoamérica, pero se han multiplicado por cerca de siete desde 2000. Entre los factores que los explican están el excepcional crecimiento de China y de los países emergentes de Asia y la enorme demanda de materias primas, sobre todo metales de uso industrial, energía y materias agrícolas, pero ya sabemos que estas ventajas han dejado de existir, observando a una China más madura y con tasas de crecimiento más normalizadas.


Por desgracia, los destacados beneficios de la década pasada no se han utilizado para mejorar la capacidad competitiva de Latinoamérica, ampliar el alcance de sus economías, aumentar los niveles medios de calidad de vida, ni reducir su dependencia de las materias primas. Los reportes de resultados del cuarto trimestre 2014 confirman que los márgenes de las empresas siguen sometidos a presión, lo que motiva que las cifras publicadas sigan siendo decepcionantes. El múltiplo de valoración P/E de Latinoamérica sigue siendo el más alto de todos los mercados emergentes, incluso superior al de países emergentes de Asia. Sin embargo, podría haber luz al final del camino en LatAm asociado a las ganancias de competitividad a escala mundial que se desarrolla por la depreciación de sus monedas, que terminarán fomentando el incremento de los beneficios empresariales, aunque esto aún no ha sucedido.

Te recomendamos