Columnistas

40 horas: finalmente, un gran avance

SEBASTIÁN MERINO Y MARÍA JOSÉ ZALDÍVAR, ZM Consultores Laborales

  • T+
  • T-

Compartir

La sesión del pasado miércoles 25 de enero de la Comisión del Trabajo del Senado no fue una cualquiera, ya que en ésta se terminó de aprobar el texto final del denominado “Proyecto de 40 Horas”. Un hito político-legislativo que no tuvo el eco ni la rimbombancia mediática que otros hechos ocurridos durante la misma semana, pero que, en caso de transformarse en ley —lo que es altamente probable—, tendrá un impacto muy significativo para el mundo del trabajo, y la sociedad en general. Vale la pena entonces detenerse a revisar algunas implicancias relacionadas con su aprobación.

En su génesis, por ahí por marzo de 2017, el Proyecto de 40 Horas apuntaba exclusivamente a reducir la jornada de trabajo semanal en cinco horas. Sus autoras —ahora en la primera línea de la política– lo defendían como una necesaria reivindicación para los y las trabajadoras y para una mejor conciliación del trabajo con la vida personal y familiar. Así, pese a no tener el respaldo del Gobierno de turno, fue avanzando en su tramitación y logró ser aprobado por la Cámara de Diputados hacia fines de 2019.

En el Senado la historia fue diferente, y por distintos motivos fue perdiendo impulso hasta que su tramitación se paralizó. En agosto de 2022 se reactivó con las indicaciones ingresadas por el Ejecutivo, que lo transformaron en proyecto completamente nuevo, más robusto y completo, que reconocía los impactos directos que su idea matriz significaba para las empresas y la economía nacional, e incluía medias para atenuar y graduar sus efectos.

Así, no se avizoraba que la discusión del proyecto fuera una tarea simple para la Comisión del Trabajo, por las distintas -y supuestamente antagónicas- miradas que tenían los legisladores sobre la materia, pero con un trabajo técnico, serio y sigiloso los senadores y sus equipos fueron concordando y ajustando un texto razonable para todos, hasta aprobar el nuevo texto del Proyecto de 40 Horas en su totalidad.

Desde el punto de vista jurídico, este realiza una cirugía mayor a las normas que regulan la duración, distribución y organización del trabajo en Chile. Además de reducir en cinco horas la jornada de trabajo semanal, se incorporan también novedades muy relevantes, tales como la posibilidad de tener una jornada semanal promediada en ciclos de hasta 4 semanas, jornadas concentradas de 4 días de trabajo y 3 de descanso, la compensación de horas extras por días adicionales de vacaciones, y bandas horarias para el ingreso y salida para madres y padres con niños de hasta 12 años, sólo por mencionar algunas.

Pero quizás desde el punto de vista político la aprobación del proyecto es aún más significativa, ya que —evidentemente— el nuevo texto, al mismo tiempo que reduce la jornada, consagra una flexibilidad que para algunos sectores era simplemente impensable. La buena noticia, creemos, es que el trabajo realizado por los senadores y senadora de la comisión demuestra que es perfectamente posible que convivan y se compatibilicen las distintas visiones respecto de un mismo tema, y aun así se logre avanzar una mayor y mejor regulación de este.

Una muy buena señal del trabajo legislativo de la comisión que ojalá se mantenga en lo sucesivo y se permee a otras instancias, considerando la importancia de lograr acuerdos y avances relevantes, como por ejemplo en la Reforma Previsional.

Lo más leído