María José Zaldívar

El empleador y la salud laboral durante la pandemia

María José Zaldívar Abogada, ex ministra del Trabajo

Por: María José Zaldívar | Publicado: Viernes 25 de junio de 2021 a las 04:00 hrs.
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Una de las principales lecciones que nos ha dejado la pandemia del Covid-19, ha sido la importancia de la cobertura de la Seguridad Social. El Seguro de Cesantía, bajo la Ley de Protección del Empleo, se convirtió en una herramienta eficiente para evitar despidos masivos y mantener ingresos a los trabajadores, ante la imposibilidad de las empresas de continuar produciendo con normalidad producto de las restricciones de movilidad.

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En paralelo, el alza de los contagios evidenció rápidamente lo valioso de tener cobertura de salud, tanto vía Fonasa e Isapres, así como también a través de la Ley de Accidentes y Enfermedades Profesionales, que proveyó una protección adicional a los trabajadores víctimas del virus en el marco de sus labores profesionales, a través de las mutuales.

Sin embargo, la evolución de la pandemia no demoró en mostrar la necesidad de avanzar en crear nuevos y mejores instrumentos para enfrentar sus consecuencias, así como también la necesidad de darles una nueva mirada y aplicación a principios fundantes de la seguridad laboral, que no obstante siempre se han aplicado, han adquirido una nueva fuerza y vigencia.

En materia de Seguridad Laboral es el empleador el responsable por la vida, la salud y la integridad de sus trabajadores, y debe tomar todas las medidas para protegerlos eficazmente mientras se encuentren bajo su subordinación y dependencia. Y esto lleva a que durante la pandemia los empleadores hayan debido adoptar una serie de medidas para garantizar las condiciones sanitarias adecuadas para sus trabajadores, adaptando puestos de trabajo, proporcionando elementos de protección personal, asegurando la trazabilidad y entregando mayor flexibilidad para un desarrollo seguro de las funciones.

Pero la inquietud frente a un eventual contagio y sus consecuencias, junto a la angustia de tener que hacerse cargo de elevados costos económicos, hicieron necesario ir más allá para proteger la salud mental de estos trabajadores, y producto de un acuerdo transversal se creó el seguro obligatorio de Salud y Vida Covid-19.

La importancia de esta Ley, y de otras que surjan en la misma línea, no puede medirse solamente desde la perspectiva de sus efectos monetarios o incluso del control de contagio en esta pandemia. Sentirnos más seguros para ir a trabajar, con condiciones que faciliten el mantenimiento del empleo y disminuyan las inquietudes a las que nos enfrentamos, es otra de las dimensiones a considerar. Cuando un trabajador sabe que sus riesgos al ejercer labores son menores y que ello no implica un riesgo para su familia, su salud mental también mejora.

Actualmente, el 35% del total de enfermedades laborales registradas por la Superintendencia de Seguridad Social -excluyendo los casos de Covid-19 confirmados- están relacionadas con salud metal y, por tanto, es desafío pendiente el buscar mecanismos para bajar esa cifra. La pandemia ha provocado enormes impactos en nuestra forma de relacionarnos, en cómo vivimos y trabajamos. Y hasta el momento sólo conocemos la parte más evidente de sus efectos, pero queda mucho por analizar y descubrir, y claramente los impactos en la salud mental de toda la población serán considerables.

Debemos, entonces, hacer nuevos y mayores esfuerzos de acuerdo entre todos los actores, para avanzar en medidas que ayuden a que el trabajo no se transforme en un agente adicional de estrés, ni hoy ni en el futuro.

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