Pymes bajo el fuego del Dragón
Sergio Domínguez Gerente de Planificación y Desarrollo Corporativo Contempora Servicios Financieros
Sergio Domínguez
Unos 19 mil kilómetros aéreos existen entre China y Chile. Aunque la distancia es enorme, la economía local y, especialmente sus pymes, no están ajenas a la realidad del Dragón Asiático, como los embates que ha enfrentado su economía y bolsa, así como la devaluación de su moneda, el yuan.
La situación inestable de la potencia asiática, que arrastró a muchos mercados a nivel mundial, es una de las razones que ha impulsado el alza del dólar a nivel global –también han afectado las expectativas de un aumento de tasas de interés en Estados Unidos-, conllevando nuevos problemas para nuestras medianas y pequeñas empresas.
Si bien el alza del dólar se asocia a una mejoría de la competitividad del país gracias a la industria exportadora –ésta recibe más pesos por cada divisa que ingresa-, su contracara es un incremento en el precio de las importaciones, lo que implica, por un lado, alzas en los precios de maquinarias e insumos necesarios para la operación de las pymes, mientras que por otro contribuye con el alza de la inflación. Malas noticias cuando la economía se encuentra deprimida.
Uno de los sectores más afectados por este desplome asiático es la construcción, dado que para su operación implica la importación de diversos productos (equipos, vehículos, tecnología, etc.), lo que se ve fuertemente gravado por un dólar que ha superado un crecimiento de 15%, cuando se ha empinado arriba de la barrera de los $ 700, y se espera que se mantendrá en un alto nivel. También queda mal parado el comercio, sobre todo aquellos que importan productos ahora a un mayor valor.
En este escenario, la minería, pese a ser principalmente exportadora, se ha visto perjudicada por la caída del precio del cobre, por la menor demanda china, lo que ha conllevado un menor ingreso de dólares al país, lo que se agrava con la baja de las inversiones del sector.
Aun así, pese a los golpes del Dragón Asiático y las fuertes incertidumbres locales, a raíz de las reformas como la tributaria o la laboral, muchas pequeñas y medianas empresas luchan día a día por no detener su operación, no se amilanan y están buscando fórmulas para enfrentar mayores costos (importaciones, energía, mano de obra) y ventas deprimidas. Una actitud que todos debiéramos mantener para que este sector de la economía, responsable de la mayor parte del empleo del país, no decaiga cuando más se le necesita.