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Reactivación económica: falta mucho por hacer

Susana Jiménez S. y Patricio Rojas R. Economistas

Por: Susana Jiménez S. y Patricio Rojas R. | Publicado: Miércoles 13 de abril de 2022 a las 04:00 hrs.
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Susana Jiménez S. y Patricio Rojas R.

El panorama económico no se ve auspicioso. La desaceleración que exhibe la actividad económica avanza algo más fuerte que la estimada previamente, sumado a una tasa de inflación que no sólo se ha elevado a 9,4% anual, sino que posiblemente será más persistente, con todos los efectos negativos que eso significa para las familias. Por su parte, el mercado laboral ha perdido dinamismo y todavía quedan más de 500 mil personas que comenzarán a regresar al mercado laboral en busca de un empleo, elevando rápidamente la tasa de desempleo en los próximos meses.

En este contexto, el gobierno anunció un paquete de 21 medidas de apoyo para los afectados por la crisis económica, por un valor de US$ 3.726 millones. Esto incluye el congelamiento de la tarifa del transporte público, la contención del precio de los combustibles y la entrega de subsidios al empleo, entre otros. Si bien estas medidas son valorables del punto de vista de la contención transitoria del alza en el costo de vida e intentan impulsar el empleo en sectores rezagados, son insuficientes.

“Es inevitable que el gobierno complemente su programa Chile Apoya con medidas orientadas a dinamizar la economía, con un potente plan de inversión pública, intensivo en mano de obra y de ejecución inmediata, que ojalá aliente también la productividad del país”.

Esta economía lo que necesita con urgencia es reactivarse; volver a crecer en forma sostenida y crear empleos. El dinamismo que hoy observamos es producto de un exceso de liquidez provocado por los retiros previsionales y los IFE universales, lo cual ya está perdiendo fuerza. La economía chilena estará en una recesión técnica a fines del primer semestre de 2022 y, durante el segundo semestre, las caídas anuales del IMACEC serán recurrentes.

Adicionalmente, las perspectivas de la inversión privada tampoco son buenas. La discusión constitucional no favorece el desarrollo de nuevos proyectos, alentando su postergación a la espera de que existan definiciones más claras en temas clave como los derechos de propiedad, sumado a la incertidumbre propia del anuncio de una nueva reforma tributaria. Así es poco probable que la inversión privada sea la que lidere la reactivación económica.

Resulta, entonces, inevitable que el gobierno se vea obligado a complementar su programa “Chile Apoya” con medidas orientadas a dinamizar la economía. Deberá considerar un potente plan de inversión pública, intensivo en mano de obra y de ejecución inmediata, que ojalá aliente también la productividad del país. El despejar los temas tributarios es fundamental para disminuir la incertidumbre, presentando prontamente una reforma integral que transparente la futura carga tributaria (incluyendo impuestos e imposiciones adicionales).

Un aspecto que no debe ser olvidado en el actual escenario de bajo crecimiento, alta inflación y débiles cuentas fiscales, es la necesaria coordinación de las políticas monetaria y fiscal.

Lo que suceda en 2023 en materia de crecimiento e inflación dependerá de esta coordinación, ya que la autoridad monetaria contempla en su análisis que el gobierno cumplirá con su compromiso de ser fiscalmente responsable. Sin embargo, es de esperar que hacia el próximo año el Ejecutivo comience a implementar su programa con medidas adicionales de gasto, dificultando la obtención de los equilibrios buscados.

Cumplir con la disciplina fiscal y contener un nuevo retiro de fondos de pensiones es el piso mínimo. El gobierno deberá, además, dar signos claros que aporten seguridad jurídica a las inversiones, evitar la expropiación regulatoria, mantener las señales de precios para la correcta asignación de recursos y ojalá interceder para evitar que la nueva Constitución sea una lápida para el progreso de Chile. Queda mucho camino por recorrer y el tiempo apremia.

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