Columnistas

Rentas vitalicias en riesgo

Enrique García A., abogado Corral & García

Por: Enrique García | Publicado: Martes 7 de diciembre de 2021 a las 10:16 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Enrique García

Si bien se cayó la propuesta de un cuarto retiro de hasta el 10% de los fondos acumulados de pensiones en el sistema de capitalización individual -que además pretendía por segunda vez adelantar el pago a los pensionados adscritos a la modalidad de rentas vitalicias hasta un límite de 10% de los fondos originariamente pagados a las respectivas compañías de seguros de vida-, el riesgo para la estabilidad del sistema continúa presente, luego de que se presentara un nuevo proyecto de ley para un quinto retiro parcial o incluso un retiro total de los montos ahorrados para afrontar la vejez.

Diversos especialistas y organismos técnicos nacionales e internacionales ya han advertido con suficiente claridad de los riesgos que implica para el conjunto del sistema de pensiones y para la economía chilena que se concrete un nuevo retiro, más allá de las condiciones que se impongan en la propuesta para su aprobación.

Existe evidencia más que suficiente con los anteriores retiros, de los efectos negativos de esta nefasta política pública, y del perjuicio que provocará una nueva extracción al mecanismo de rentas vitalicias, teniendo en cuenta que se prevé que entre tres y nueve compañías de seguro (de un total de 15 entidades) quedarían bajo el mínimo de capital regulatorio, y siete enfrentarían graves problemas de liquidez en un horizonte de no más de un año. Insolvencia que pondría en riesgo el pago de los seguros de vida de más de 2.500.000 beneficiarios actuales, y a más de 7.000.000 de personas que cuentan en la actualidad con un seguro complementario de salud, así como un Seguros de Invalidez y Sobrevivencia (estos últimos corresponden a toda la fuerza laboral que cotiza en el actual sistema de AFP).

La economía chilena ya se encuentra excesivamente tensionada por los retiros anteriores, que han provocado una creciente inflación, el alza en las tasas de interés y del tipo de cambio, en un cóctel al que se debe sumar un descontrolado gasto fiscal para financiar la crisis provocada por la pandemia. Si, junto con eso, consideramos el alza en los créditos hipotecarios, la depreciación de la moneda, la baja rentabilidad de los fondos de pensiones, las salidas de capitales, y otros impactos económicos derivados de los retiros, nos encontramos frente a una bomba de tiempo que algunos políticos irresponsables parecen dispuestos a detonar.

Quedando dos semanas para las elecciones presidenciales, y no habiendo nuevos comicios en el horizonte cercano, es esperable que quienes han impulsado estos retiros con afanes electoralistas, para garantizar un buen resultado en las urnas, no continúen ingresando proyectos de esta naturaleza. Entre otras razones, porque la forma en que quedó conformado el Congreso a partir de marzo próximo debiese cerrar espacios para que los populistas no sigan intentando obtener réditos personales a costa de provocar un tremendo daño a todo el país, hipotecando, de paso, el futuro de las nuevas generaciones.

Lo más leído