Rafael Sotomayor, el ministro de Guerra en campaña
Por Alejandro San Francisco Profesor del Instituto de Historia y la Facultad de Derecho de la Universidad Católica de Chile.
Por: Equipo DF
Publicado: Viernes 2 de septiembre de 2011 a las 05:00 hrs.
La Guerra del Pacífico sorprendió a Chile en una situación difícil, sin preparación suficiente para enfrentar el conflicto, con algunas divisiones importantes al interior de la clase dirigente y con un ejército que, literalmente, no estaba preparado para la guerra. Ante esa realidad, el país recurrió a sus mejores hombres para enfrentar el desafío.
Rafael Sotomayor (1823-1880) fue abogado, que ejerció como juez, y un destacado hombre público. En 1849 fue atraído, como otros tantos chilenos, por el “oro californiano”, y se trasladó a Norteamérica como muchos compatriotas. Pronto regresó a Chile, donde desarrollaría una larga y fecunda vida de servicio al país.
En efecto, Sotomayor tuvo una destacada trayectoria política: durante el gobierno de Manuel Montt (1851-1861) había sido un claro partidario del gobierno en medio de las discordias civiles que se desarrollaron en esos años y fue nombrado intendente de Maule y Concepción. Incluso llegó a asumir en 1858 la compleja cartera de Justicia, Culto e Instrucción Pública, además de ser elegido diputado, función que ejerció en diversos periodos. Durante la Guerra con España (1865) fue encargado de Negocios en Bolivia.
A comienzos del gobierno de Aníbal Pinto (1876-1881) asumió como ministro de Hacienda, pero el momento culminante de su vida llegaría con el estallido de la Guerra del Pacífico, cuando recibió un encargo notable: Comisario General del Ejército con poderes de Presidente en Campaña, lo que hacía posible “trasladar” al gobernante al escenario bélico, aunque en la práctica ejerció como ministro de Guerra en Campaña durante la primera parte de la lucha armada. La tarea era inmensa y difícil y, como ilustra recientemente Carmen Mc Evoy, sus numerosas cartas a La Moneda mostraban “a un hombre fatigado por los conflictos al interior del ejército”, en un momento de definiciones políticas fundamentales.
En palabras de Virgilio Figueroa, “fue el alma del ejército y el más eficiente factor de su organización y de sus triunfos”, como quedó ilustrado en la preparación de la batalla de Tacna. Sin embargo, Sotomayor no resistió las fatigas de la campaña y el cansancio de una bien gastada vida. La mañana del 20 de mayo de 1880, según se cuenta, el Ministro de Guerra en Campaña trabajó desde temprano, como era usual. Después se fue a comer al comedor del Cuartel General y luego cayó al suelo, con pérdida de conocimiento, falleciendo algunos minutos después.
La muerte enlutó al país que todavía tenía muchas batallas que enfrentar. Rafael Sotomayor, uno de los artífices de la victoria, no alcanzó a ver el triunfo final de las armas chilenas en la guerra contra Perú y Bolivia, pero dejó grabado su nombre para la historia.