El empresario chileno Claudio Engel (1958) rompió su tradicional bajo perfil. Lo hizo en Madrid, España. A fines de febrero, fue uno de los galardonados en los Premios "A" al Coleccionismo, que otorga la Fundación hispana ARCO.
En esta vigésimo cuarta edición, se concedieron seis galardones que reconocieron el valor artístico de los fondos de coleccionistas e instituciones, así como su labor en el apoyo a la difusión del arte contemporáneo.
"A mí siempre me gustó coleccionar", ha dicho el empresario, quien, medio en broma medio en serio, presume de su particular mal de Diógenes: Estampillas y botellitas de licores son parte de sus variadas colecciones.

No obstante, es su repertorio de obras de arte su mayor orgullo: son más de 800 piezas, la mayoría de artistas chilenos, aunque también tiene de otros creadores de América Latina.
Engel ha recopilado junto a sus hijos las obras de jóvenes artistas que reflexionan en sus trabajos sobre el Chile contemporáneo.
Una selección de 89 obras de 37 de esos creadores, 35 de ellos vivos, se expone hasta el 26 de abril en la Sala Alcalá 31 de Madrid bajo el título de Gran Sur, una mirada social y cultural a los últimos cincuenta años de vida de Chile.
La exposición logró amplia cobertura de medios españoles, como ABC y El País y La Vanguardia, entre varios otros.

"Ya hay obras en la colección que repasan la historia acontecida en Chile desde octubre (cuando estalló la protesta social que aún continúa), aunque aquí no está presente ninguna", dijo Engel citado por los medios hispanos.
El periódico ABC recalcó sobre el empresario: este coleccionista chileno ve en el arte la historia y la cultura de un pueblo y, por eso, y por su monumental colección contemporánea, recibió el premio A en ARCO 2020. "Es fascinante, especialmente siendo el primer chileno que lo gana. Es un muy buen empujón para continuar con lo que estoy haciendo", le dijo el coleccionista al diario.
La exposición reúne distintas manifestaciones artísticas, como pintura, escultura, fotografía, instalaciones, videoproyecciones, obra textil y obra gráfica, además de proyectos híbridos y presentaciones multidisciplinares.
El museo y los supermercados
Pero el gran objetivo del empresario es levantar un museo en el país. Primero intentó un acuerdo con la municipalidad de Las Condes, para levantar una gran sala en el Parque Araucano con un costo estimado de hasta US$ 20 millones.
Tras el fracaso de estas conversaciones miró para el lado, a la comuna de Vitacura. El coleccionista concretará su anhelado proyecto en el extremo sur del Parque Bicentenario.
Se estima que la construcción del Nuevo Museo de Santiago (Numu) estaría lista entre 2023 y 2024. Durante este mes se lanzaría el concurso, para arquitectos chilenos.
La iniciativa se emplazará en un terreno de poco más de tres mil metros cuadrados y el edificio tendrá una superficie útil superior a los seis mil metros cuadrados, donde se podrá conservar y exhibir la Colección Engel, así como otras futuras colaboraciones con instituciones artísticas internacionales.
Claudio Engel expuso las obras de su colección en Madrid.
Claudio Engel es hijo del inmigrante alemán Herbert Engel y hermano del reconocido economista Eduardo Engel. Se tituló de ingeniero civil en la Universidad de Chile, tiene un MBA en la Escuela de Negocios de Wharton de la Universidad de Pennsylvania. Proviene de una familia acostumbrada a hacer negocios. Sus antepasados llegaron a Chile a mediados del 1800 para vender canarios, y luego se transformaron en una exitosa mueblería llamada Seckel, que llegó a tener sedes en Hamburgo, Berlín, París, Santiago y Valparaíso.
En 2007, junto a socios, Claudio Engel lanzó la cadena de supermercados de cercanía Erbi, que se hizo un espacio entre gigantes, como Cencosud y Walmart Chile.
A principios de este año, Diario Financiero publicó que la cadena colombiana Justo y Bueno negocia ingresar a la propiedad de Erbi, en un proceso que se mantiene bajo estricta reserva. Su objetivo es tomar el control de la empresa que maneja 32 establecimientos en las regiones Metropolitana y de Valparaíso. Se define como "una cadena de supermercados de formato pequeño, cercano a los hogares, y dedicados a satisfacer las necesidades cotidianas de las personas", esto es, compra semanal y diaria o de relleno.
El modelo de Erbi calza perfectamente con la estrategia que ha desplegado la firma colombiana y –en caso de concretar su compra- le permitiría tomar una participación en el mercado chileno de manera rápida.
Tras sólo tres años de operación, la compañía maneja más de mil locales en Colombia y está partiendo su expansión en Panamá, donde ya tiene 100 ubicaciones. Es propiedad del grupo Reve, al cual ingresó como socio el fondo de capital Australis Partners, de Estados Unidos, a mediados de 2018.
El creador de Justo y Bueno es Michel Olmi, quien realizó estudios de doctorado en Matemáticas y Finanzas en Londres y luego trabajó con un banco en Alemania. En ese país le llamó la atención que algunas de las familias más ricas fundaran dos cadenas de descuento duro: Aldi y Lidl.
Olmi se contactó con un exejecutivo de Aldi que había asesorado a varias cadenas en países en desarrollo y, tras evaluar algunos mercados, decidió llevar el modelo a Colombia y luego buscar extenderlo por la región.