Para los CEO chilenos los accionistas tampoco están primero
Este lunes, los líderes de algunas de las mayores compañías estadounidenses publicaron un comunicado en el que redefinieron el propósito de la empresa: los accionistas ya no están primero.
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La carta de los CEO estadounidenses, agrupados en la Business Roundtable, ha sido tema de conversación y reflexión obligado en los círculos empresariales locales. Pero no sólo por el impacto que generó la declaración de que los accionistas ya no están primero, sino también porque en varias empresas nacionales algunos de sus CEO consideran que algunos puntos de la propuesta de sus pares estadounidenses han comenzado a ser implementados.
Según los CEO chilenos esta redefinición del propósito de las grandes empresas implicará un cambio cultural lento.
De hecho, Larry Fink, el poderoso CEO de BlackRock,la empresa de gestión de activos más grande del mundo, señalaba en su última carta anual que “las compañías deben demostrar su compromiso con las comunidades donde operan, particularmente en temas centrales para la prosperidad futura del mundo”.
Por lo mismo, el académico y consejero de Generación Empresarial, Nicolás Majluf sostiene que la carta de los 200 CEO “es una nueva forma de capitalismo, el capitalismo tiene que mirar en forma más amplia las necesidades de la sociedad y no sólo los intereses de los accionistas”. De eso entre otros temas, el profesor de la UC expondrá hoy en la ceremonia de entrega del premio Generación Empresarial –Diario Financiero al compromiso con la integridad.
Camino avanzado
“Muchas empresas en Chile hemos hecho importantes avances”, añade Antonio Büchi, gerente general de Entel. A su juicio, “las empresas vamos a ser exitosas solo en la medida que crezcamos haciéndonos cargo del impacto que tiene nuestra operación en un entorno que es dinámico y cambia de manera constante”. Y aunque la sostenibilidad está incorporada en su propósito como compañía, “este ha sido un proceso de aprendizaje y desarrollo constante a lo largo del tiempo”, dice.
Mirada, que comparte el gerente general de Etcheverría Izquierdo, Pablo Ivelic, quien señala que la firma que lidera ya “trabaja con una perspectiva de desarrollo sostenible” y no tiene dudas de que “las empresas tienen que adaptarse a la realidad actual”, ya que “hay consenso de que no es posible lograr el desarrollo privilegiando únicamente el desempeño económico”.
El gerente general de BCI, Eugenio Von Chrismar, añade que “desde nuestros orígenes, hace más de 80 años, velamos no sólo por los objetivos puramente económicos, sino que tenemos un fuerte compromiso con todas las personas que contribuyen al banco”.
Por su parte, Alberto Etchegaray, presidente de Habitaria, asegura que la implementación de los conceptos expresados por los CEO estadounidenses “enriquece y hace sostenible a las empresas en el largo plazo”.
“Más que un discurso”
La carta de los CEO estadounides también dedica un acápite a los trabajadores. El presidente ejecutivo de generadoras de Chile, Claudio Seebach, plantea que por ello se “requiere repensar la misión de la empresa, algo que ya está ocurriendo en muchas, que buscan ampliar la mirada, creando valor para todos sus stakeholders”.
Para Gonzalo Said, director de Scotiabank Chile, “lo que la carta aún no muestra es el camino para hacer de esa visión más que un discurso” y alerta acerca de que “esa es la tarea que los líderes empresariales tenemos por delante”.
Y desde la gerencia general de Enel, Paolo Pallotti, explica que “como grupo Enel en 2015 asumimos un posicionamiento estratégico para el negocio que apunta a crear una cultura compartida con una visión de largo plazo, para enfrentar los nuevos desafíos del sector energético”. Agrega que En un mundo en constante transformación tenemos que situarnos en una nueva forma de hacer empresa.
“El cómo hacemos las cosas está tomando cada vez más relevancia, somos más conscientes del impacto que generamos en nuestro entorno y la comunidad”, advierte el CEO de Metlife Seguros Chile, Andrés Merino. Y la country manager para Chile de Johnson & Johnson Medical Devices, Asise Fernández, plantea que “las grandes compañías multinacionales estamos posición única para impulsar los cambios a escala global”.
Desde el punto de vista del CEO de Bupa Chile, Carlos Jaureguizar, “las empresas deben concebir su negocio incorporando el rol social al corazón de su gestión”.
Una mirada un poco más pesimista tiene la directora ejecutiva de Mujeres Empresarias, Francisca Valdés. A su juicio a Chile le falta mucho. Nuestras empresas aún no toman conciencia de la importancia de estos temas”, pero “las que han estado marcando la pauta son las multinacionales que vienen con esta conciencia”, sostiene.
En la Sofofa, la carta de los 200 CEO también fue analizada. “Creemos que la evolución empresarial es el camino para validar a la empresa como actor confiable y relevante”, manifestaron.
Juan Eduardo Errázuriz
presidente ejecutivo, Sidgo Koppers
Conceptos incorporados a la empresa
La mayoría de las empresas chilenas, entre ellas Sigdo Koppers, han incorporado hace varios años los conceptos que se plantean en esta declaración. En Sigdo Koppers creemos firmemente que las empresas tienen un rol en la sociedad que va mucho más allá de sus resultados y de la utilidad que las compañías puedan generar para sus accionistas. Cualquier empresa que pretenda ser sostenible en el largo plazo debe contar con estándares sociales, medioambientales y de gobierno corporativo (ASG) como parte de su estrategia de negocios.
Se trata de un concepto que hemos incorporado hace ya varios años. Para Sigdo Koppers, el desempeño económico no es suficiente para asegurar el éxito y proyección del negocio, por lo que hemos invertido en la implementación de estrategias que logren penetrar la cultura organizacional. Así, realizamos nuestras operaciones basándonos en una estrategia de triple resultado, que busca alcanzar los mejores desempeños en el área económica financiera, social y ambiental. Esta estrategia valora aspectos tales como la calidad de vida laboral, la protección de los recursos ambientales, creación de valor compartido con la comunidad, comercialización sostenible, ética empresarial, entre otros, lo que es apoyado con un fuerte enfoque de innovación, el que busca optimizar los procesos y reducir los impactos.
Se trata de temáticas que son abordadas en todas las empresas del grupo y tenemos una política de sostenibilidad e indicadores de gestión que nos guían en esta tarea.
Como parte de esto, hace cinco años que reportamos nuestros resultados bajo el marco del Integrated Reporting Committee (IIRC), lo que da cuenta concreta del compromiso de nuestro grupo por informar de manera integral.
Sandra Guazzotti,
Oracle latinoamérica
Empresas con propósito social
Lo relevante de esta declaración es que incorpora a los accionistas como uno más de los cinco stakeholders clave, incluyendo en la ecuación a clientes, trabajadores, proveedores y comunidades. Las empresas sin un propósito social no pueden desarrollar de manera plena sus potencialidades y es necesario plantearse algunas interrogantes respecto al papel que juegan en sus comunidades, cómo gestionan su impacto ambiental, cuáles son sus estrategias, si se están adaptando o no al cambio tecnológico, o si existe algún aporte para que los trabajadores desarrollen capacidades que les permitan encajar en un mundo cada vez más automatizado.
Guillermo Tagle,
CEO Credicorp Capital.
Empresas B aplican las nuevas prácticas en Chile
La carta de los CEOs americanos, viene a formalizar y hacer pública la forma como hoy se deben conducir las empresas. Esa mirada ha llegado ya, desde hace un tiempo, a la mayor parte de las empresas grandes de Chile, algunas "forzadas" por acontecimientos particulares y muchas otras impulsadas por la vocación y compromiso con la sociedad, de sus accionistas y directivos principales.
Un buen ejemplo de la forma cómo estas prácticas se concretan hoy en Chile, se observa en el fuerte proceso de expansión de las conocidas "Empresas B".
La creación de la Fundación Credicorp Capital, que dedica tiempo de nuestros ejecutivos a proveer asesoría pro bono a organizaciones sociales sin fines de lucro, fue la forma como nuestra empresa, hace aproximadamente 10 años, decidió aportar y contribuir a la sociedad. Este modelo lo hemos implantado también en Perú y Colombia.
En el ámbito de nuestro negocio particular, la política de promoción de buenas prácticas e ir más allá del solo respeto a la legislación vigente, es parte del ADN con el que todos los días tratamos de llevar a la práctica estos principios.
Ampliar y aumentar el espectro de partes relevantes que deben ser beneficiadas con el accionar de una empresa, cambia toda la forma cómo estas se gestionan. Hoy hay que ir mucho más allá para ser sustentable y sostenible. Hay que contribuir a mejorar el medio ambiente; no basta con tratar bien y pagar sueldos justos a los trabajadores, hay que lograr que realicen sus sueños y su vocación mientras colaboran con la empresa. No basta vender el producto o servicio correcto al precio justo, hay que lograr que los clientes sean parte integral de lo que la empresa hace y provee.
Por último, la comunidad general que es afectada en alguna forma por la actividad de la empresa, directa o indirectamente, tiene que ser tomada en cuenta, hay que considerar sus opiniones, saber qué o cómo les afecta lo que la empresa hace en su territorio, en su proximidad.
Sería muy bueno lograr que en Chile, los ejecutivos principales, de las empresas principales, hicieran un planteamiento formal, simple y concreto, en forma colectiva, respecto del compromiso que hoy sienten y tienen con la integridad de las partes involucradas (stakeholders) con que se relacionan.
Lo bueno del compromiso publicado por los CEOs de las empresas americanas, es que hacen público y de manera formal, el compromiso que hoy sienten y están tratando de cumplir para con la sociedad.
Francisco Pérez Mackenna
Gerente general, Quiñenco.
"Un capitalismo con los capitalistas involucrados"
Es difícil estar en desacuerdo con una declaración que refleja el consenso de 181 CEO's y que contiene muchas frases que son ya lugares comunes, compartidos por muchas compañías en el mundo, buenos deseos que llevan siempre implícita la idea de creación de valor de largo plazo. Lo realmente importante sería que esa declaración esté ratificada por los accionistas, porque eso es garantía de un compromiso genuino.
El concepto no es nuevo y ya lo tenemos incorporado, lo he defendido públicamente y, lo más importante, refleja el pensamiento mayoritario de nuestros accionistas.
No es sólo el CEO de la empresa, son sus dueños los que han fijado compromisos que ponen el desarrollo humano sostenible, las personas, los stakeholders, en el centro de nuestro trabajo orientado a la generación de valor de largo plazo. Así aportamos al progreso de las generaciones futuras, que es el propósito que el fundador de este grupo estableció hace muchos años.
No sólo es factible (que se aplique en Chile), sino que es más fácil que en Estados Unidos, porque acá las decisiones relevantes las toman los accionistas. Por eso hubiera sido valioso que la declaración de los CEO's de Estados Unidos destinara una frase a acercar a los accionistas a las decisiones de la empresa.
En Chile vivimos un capitalismo con los capitalistas involucrados en el quehacer de sus negocios y no entregados a las jerarquías corporativas. Aristóteles decía que los hombres le prestan mayor atención a lo que les es propio. Que los dueños se involucren en cómo sus compañías construyen valor, da más garantías. Cuando las administraciones se separan demasiado de la propiedad, el capitalismo lo hacen los intermediarios, que pueden ser más irresponsables.
Depende (si esta innovación modifica la forma de hacer empresa), y es discutible si es innovación.
Al leer la declaración, el retorno al capital aparece quinto entre los compromisos, pero no queda claro si los cuatro primeros se hacen pensando en el último: generar valor de largo plazo y retorno al capital. Si es así, en lugar de cambiar la manera de hacer empresa, la fortalece. Pero si se hace maximizando los costos de agencia, expropiando al capital con bonos desmesurados, descontrol en gastos, sin decisión de los accionistas y arriesgando ahorros y pensiones de terceros, claro que sí. No creo que así sea.