Brasil recurre al proteccionismo para defender la competitividad de sus industrias
Las últimas alzas de aranceles podrían generar presiones inflacionarias que amenacen el objetivo del gobierno de mantener las tasas de interés bajas.
Por: Equipo DF
Publicado: Viernes 14 de septiembre de 2012 a las 05:00 hrs.
El gobierno está ansioso de impulsarla competitividad y elevar la actividad de la industria, y ha lanzado una serie de políticas con ese fin. Muchas podrían tener un impacto positivo en problemas como los cuellos de botella de infraestructura, altos costos de insumos, excesiva burocracia y el complejo sistema tributario. Pero, otras marcan un aumento del proteccionismo, como el anuncio de alzas de aranceles a 100 productos clave. Los mayores aranceles envían una negativa señal a los mercados y podrían revertir la última mejora en las dinámicas de inflación y tasas de interés.
Desde agosto de 2011, el gobierno se ha embarcado en un ambicioso esfuerzo para impulsar las debilitadas manufacturas, afectadas por pérdida de competitividad, déficit de infraestructura y los efectos de la crisis financiera internacional. Parte de eso corresponde al “Plan Brasil Mayor”, un nuevo marco de políticas industriales lanzado hace un año, y que incluye medidas como rebajas a los impuestos salariales, una reforma a la infraestructura de logística y transporte a través de una mezcla de concesiones y alianzas público privadas, y rebajas a los precios de la energía.
Aunque podrían tener algún impacto sobre las metas fiscales en 2012 y 2013, el margen adicional proporcionado por el menor crecimiento probablemente le da al gobierno más espacio para políticas expansivas.
Aranceles arriba
Pero, también se están usando otros medios más cuestionables para apoyar a las manufacturas. Brasil es considerado como uno de los países más proteccionistas del G20 y en una demostración de ello, las autoridades definieron una lista de 100 productos que verán alzas de aranceles de hasta 25% desde fines de septiembre. Aunque algunos países del Mercosur quedarán exentos, la lista abarca a cerca de 4% de las importaciones totales del país, por cerca de US$ 9 mil millones. Y el gobierno no descarta ampliar el listado en el futuro.
Las autoridades justificaron la decisión subrayando que los productos incluidos han registrado un incremento “anormal” en sus valores y volúmenes de importación.
Presiones y chantajes
Ante las críticas de que las alzas de aranceles elevarán los precios, fomentando la inflación y mermando la competitividad de las manufacturas, el ministro de Hacienda, Guido Mantega, adelantó que evitarán que las empresas eleven los precios de los productos equivalentes producidos localmente. Considerando la historia de control de precios de Brasil, el anunció no cayó bien en el mercado, que teme una ola de medidas intervencionistas como las aplicadas en Argentina. En la práctica, no existen medios legales para evitar que las empresas suban sus precios aunque las autoridades podrían recurrir a las mismas presiones y “chantaje moral” que han usado para que los bancos reduzcan la brecha entre las tasas de préstamos y la de depósitos.
No está claro qué es lo que el gobierno espera conseguir con estas medidas, considerando que el Plan Brasil Mayor ya está en marcha y debería ser suficiente para abordar los principales problemas del sector. Más aún, el real brasileño ha revertido su tendencia alcista y se ha mantenido estable en un nivel considerado competitivo.
Al reforzar las políticas proteccionistas después de una abundante racha de pasos para revivir a la industria, el gobierno ha despertado dos sospechas: o las autoridades no están realmente convencidas de que lo que habían hecho hasta ahora vayan a tener los resultados buscados en la competitividad y el crecimiento, o el gobierno está inherentemente inclinado a adoptar medidas proteccionistas a su antojo.
En cualquier caso, la señal para el mercado es negativa. La conclusión final es que, al elevar las presiones inflacionarias, las medidas proteccionistas a través de alzas en los aranceles de una larga lista de productos podría terminar perjudicando el objetivo actual del gobierno de mantener las tasas de interés en niveles mínimos por un largo período.