Luego de que el fin de semana pasado la presidenta de la República, Michelle Bachelet, firmara el proyecto de Ley que despenaliza el aborto, la reacción de los prestadores de salud ligados a la Iglesia Católica no se hizo esperar. El primero fue el rector de la Pontificia Universidad Católica, Ignacio Sánchez, quien señaló que en su red de salud no se realizarían abortos. Luego se manifestaron en la misma línea los representantes de la Clínica de la Universidad de los Andes y del Hospital Parroquial de San Bernardo.
Pero la lista de prestadores bajo esta posición sigue creciendo, y va más allá de las clínicas ligadas a la iglesia. Red Salud, el brazo prestador de salud de la Cámara Chilena de la Construcción, tampoco practicaría este procedimiento en sus centros de aprobarse el proyecto.
La red del gremio está compuesta por las clínicas Tabancura, Bicentenario, Avansalud, Arauco Salud, Clínica Iquique y Hospital Clínico de Viña del Mar, además de la red regional compuesta por 11 establecimientos.
Según señaló el gerente general de la entidad, Ricardo Silva, a Diario Financiero, "nosotros no vamos a prestarnos para que se practique el aborto en nuestras clínicas".
Además, el ejecutivo comparte la visión de Ignacio Sánchez, respecto de la libertad de conciencia.
"Obviamente, el aborto pasa a ser legítimo si se deja de considerar un delito, pero dentro del marco legal tiene que haber espacio para que la gente tome decisiones. Si no, estamos hablando de una sociedad fundamentalista", afirmó.
La decisión
Cómo se llegó a esta determinación, explica Silva, no incluye ninguna reunión de directorio específicamente por esta iniciativa, sino que correspondería a una visión de largo plazo y más amplia respecto de cómo se enfrentan diferentes temáticas de salud.
"Siempre que se ha conversado respecto de situaciones similares, en que se discute la manipulación de la vida, la postura ha sido muy clara. Por ejemplo, nos hemos abstenido de todo lo que tiene que ver con la fecundación in vitro. Esto no quita que sea legítimo que otros centros de salud sí se dediquen a eso y la desarrollen", señala el gerente general de la red.
En este punto, Sofía Salas Ibarra, profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad Diego Portales, comenta que un ejemplo de esto es lo que ocurre con la esterilización, opción que las mujeres pueden tomar en Chile, pero que, sin embargo, es un procedimiento que en la red de la Universidad Católica no se realiza.
"En lo personal, creo se debe respetar a las instituciones que tienen una misión declarada de respeto a la vida humana desde sus comienzos", afirma la académica.
Por su parte, Ricardo Silva va más allá y agrega que "si el propósito de la ley es permitir el aborto en casos de violación, inviabilidad del feto, riesgo de vida de la madre, toda esta discusión (si los establecimientos estarán o no obligados) es ociosa y parece tener más el propósito de darse un gustito provocando al mundo católico y conservador".
Para el ejecutivo, el curso natural que se dará, de aprobarse el proyecto de ley, es que habrá clínicas especializadas en abortos y otras no, tal como ocurre hoy en otras áreas de la provisión de salud.
Sin embargo, en este punto la académica de la UDP discrepa.
"Si bien en otros países existen "clínicas abortivas", no creo que eso esté de acuerdo con nuestra cultura. A los médicos no les gustará trabajar en un lugar donde solo se realicen abortos y las mujeres tampoco querrán ser derivadas a esos centros", afirma.
Primera negativa vino de la Iglesia
La primera entidad en señalar que en sus centros clínicos no se realizarían abortos fue Red Salud UC Christus, controlada por la Pontificia Universidad Católica, y en cuya red se encuentra la Clínica UC San Carlos y el Hospital Clínico de la UC.
Se sumaron a dicha postura los representantes del Hospital Parroquial de San Bernardo, además de la recién inaugurada Clínica de la Universidad de Los Andes.
Esta última cuenta con una unidad de maternidad que en 2014 realizó más de 100 partos desde su apertura en mayo del año pasado.
Comité de ética
Respecto de Clínica Las Lilas, también prefirieron no referirse al tema, considerando que pertenecen a la red MB Clinical, compuesta por ocho centros hospitalarios y ligada a MasVida, esta última siendo la encargada de tomar las definiciones correspondientes.
Sin embargo, en términos concretos hoy la clínica cuenta con un protocolo frente a casos de sospecha de abortos, es decir cuando llega una paciente sospechosa de haberse practicado un aborto, el cual está establecido por su comité de ética y es el que define los protocolos a seguir en esos casos.
Cautela y sin definiciones
Las dos principales clínicas del sector oriente, Alemana y Las Condes, declinaron referirse al proyecto de ley de aborto y también a la determinación que tomarían en un escenario de despenalización.
En términos de la infraestructura en ginecología y obstetricia (la cual debe hacerse cargo de estos procedimientos), la Clínica Alemana, cuenta con un recién inaugurado edificio exclusivo de maternidad, equipado con 89 habitaciones 4 pabellones y siete salas integrales de parto.