El exrector de la Universidad de Valparaíso, Aldo Valle, fue designado como el cuarto ministro de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación (CTCI) del actual Gobierno, entre elogios a su trayectoria y cuestionamientos a la gestión de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) de la cartera.
Quienes conocen al nuevo titular de Ciencia lo describen como una persona intelectual con experiencia en gestión, conciliador y dialogante.
En solo ocho meses deberá destrabar varios nudos: una institucionalidad debilitada y con un presupuesto estancado; los retrasos de la ANID en la entrega de fondos adjudicados a las universidades; y sacar adelante dos emblemáticos proyectos de ley en inteligencia artificial y transferencia tecnológica.
Se suma la frustración en la comunidad CTCI por el incumplimiento de compromisos clave, como elevar el gasto en investigación y desarrollo (I+D) al 1% del Producto Interno Bruto, que de acuerdo a la última medición con datos de 2023, llegó a 0,41% del PIB.
El presidente del Instituto de Chile y de la Academia Chilena de Ciencias, Sergio Lavandero, si bien valoró el perfil académico y la trayectoria de Valle, expresó su preocupación “por la alta rotación ministerial en Ciencia”, lo que a su juicio refleja un problema estructural de institucionalidad y falta de visión de largo plazo.
En tanto, el director de Transferencia y Desarrollo de la Universidad Católica, Álvaro Ossa, señaló que tomaron “con profunda sorpresa” el cambio de Aisén Etcheverry, una ministra “bien evaluada”, en la recta final del Gobierno, pero destacó que el nuevo titular de CTCI “es una persona que tiene experiencia en el mundo universitario, dirigió una de las principales universidades del país y está involucrado en el sistema de ciencia y tecnología. No es alguien ajeno al tema”.
Abogado, académico y político
Valle es oriundo de la Región de Valparaíso. Estudió en el Liceo Eduardo de la Barra y se tituló de abogado de la Universidad de Valparaíso, de la que llegó a ser rector en tres períodos consecutivos entre 2008 y 2022. También es doctor en derecho público y filosofía jurídica de la Universidad Autónoma de Madrid, en España.
Valle proyectó su influencia al plano nacional universitario cuando en 2012 fue elegido presidente del Consorcio de Universidades del Estado de Chile y, en 2015, como vicepresidente ejecutivo del Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas. Desde estos cargos, lideró propuestas para reformar el financiamiento de la educación superior y el acceso a la universidad.
También cultivó un perfil político. En la década de los ‘80 fue uno de los fundadores del Partido por la Democracia (PPD), junto a otras figuras como el exPresidente Ricardo Lagos, Sergio Bitar y Guido Girardi.Este último -quien conoció a Valle cuando ambos eran dirigentes de la Juventud Socialista- lo describió como “un intelectual con experiencia en gestión, conciliador y dialogante”.
En 2021 postuló como independiente -sin éxito- a gobernador regional de Valparaíso, apoyado por fuerzas de centroizquierda. Pero su nombre volvió a una papeleta en 2023, cuando fue electo consejero constitucional por su región y llegó a ser vicepresidente del Consejo Constitucional.
Los desafíos
Uno de los problemas que deberá hacer frente el nuevo ministro son los cuestionamientos a la ANID en dos ámbitos: retrasos en la entrega de recursos del Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondecyt) para universidades y en las cuotas a los centros de excelencia. Además, se activó un segundo flanco, vinculado a la evaluación de proyectos.
En abril de 2024, un dictamen de la Contraloría General de la República instruyó a la ANID solicitar los documentos faltantes en postulaciones a fondos públicos adjudicados a proyectos de investigación.
Según fuentes cercanas al proceso, esto generó que todos los fondos para las universidades “en deuda de papeles” se paralizaran hasta regularizar la situación. El problema no sería de la Contraloría, sino de la ANID, que no habría solicitado esta documentación, la que muchas veces es muy antigua y difícil de conseguir.
Lavandero señaló que “la ANID está en el quirófano, en la UTI. Hay problemas de gestión que estamos tratando de resolver en una mesa con distintos actores”, dijo.
Por otro lado, el vicepresidente ejecutivo del Consejo de Rectores y Rectoras de la Universidades Chilenas, Emilio Rodríguez, en una columna en BiobioChile, señaló que en la ANID existen “zonas grises”, como la evaluación de los proyectos y contar con “personal y de un sistema de información” calificado para las rendiciones de gastos.
En esta línea, Ossa de la UC, planteó que uno de los principales retos del nuevo ministro será modernizar el sistema de rendiciones “por uno acorde a las exigencias actuales, con menos burocracia y costos de gestión”.
Pero también deberá velar por el avance de la Ley de Transferencia de Tecnología y Conocimiento, que busca facilitar que la investigación académica llegue al mercado, la que “se espera que entre los primeros días de agosto a la Comisión del Senado” y la apertura del Fondo de Investigación para Universidades (FIU) entre agosto y septiembre para adjudicar los primeros proyectos a fines de año. “Entonces hay desafíos bien relevantes que no dan espacio para frenar las gestiones”.