La industria aérea mundial tiene
actualmente una deuda de US$ 257.000 millones, tras incrementarse el pasado año en US$ 44.000 millones, según el director general y
director ejecutivo de la Asociación Internacional del Transporte
Aéreo (IATA), Giovanni Bisignani.
En 2009, un año "trágico" para
la aviación, debido a la crisis,
la industria ingresó US$ 81.000 millones menos, aunque Bisignani prevé que este año será posible
recuperar US$ 60.000 millones, con
lo que, no obstante, aún estará por debajo de la cifra de
facturación del 2008.
El endeudamiento de la industria se debe a
que su margen de
rentabilidad es muy pequeño, de tan sólo un 0,5%, y "no se puede
vivir, sin ganar prácticamente nada", precisó Bisignani, quien
añadió que, en los últimos dos años, se han visto obligadas a
abandonar la IATA 30 aerolíneas.
Bisignani compara estos datos
con el impacto que tuvieron en la
industria los atentados del 11-S, que afectaron principalmente a los
mercados estadounidense y europeo, provocando una pérdida de
ingresos de US$ 20.000 millones.
El sector tardó entonces
casi tres años en recuperarse y, aunque
se trataba más bien de un "shock" que de una crisis como ahora,
Bisignani estimó que en esta ocasión, se necesitará un tiempo
similar para retornar a los resultados de antes de la recesión.
Los
datos de los primeros meses de 2010 apuntan ya a una
evolución más positiva en todas las regiones del mundo, a excepción
de Europa, debido a la crisis financiera, a la que se han sumado las
pérdidas producidas a raíz del cierre del espacio aéreo a causa de
la nube volcánica, procedente de Islandia, o la imposición de nuevas
tasas a la industria, como la medioambiental anunciada hoy por
Alemania que supondrán un costo anual de US$ 1.194 millones para las aerolíneas.