La Reserva Federal estadounidense recortó la tasa de interés a
2,25%, su menor nivel desde hace tres años. El ajuste fue menor a lo
que esperaba el mercado pero el banco espera que sea suficiente para
potenciar el crecimiento, sin arriesgar un espiral inflacionario. “La
acción de hoy, combinada con otras anuncias antes, incluyendo las
medidas para inyectar liquidez al mercado, deberían promover un
crecimiento moderado y mitigar los riesgos económicos”, apuntó en su
comunicado.
El recorte de 75 puntos base se suma a la
intervención de emergencia anunciada el domingo por la noche, cuando
redujo en un cuarto de punto porcentual la tasa de descuento, la tasa a
la cual presta a los bancos del sistema, a 3,25%. Esa fue la primera
oportunidad en 30 años en que la Fed tomó una acción de política
monetaria durante un fin de semana, y por eso la medida generó
expectativas en los mercados de un recorte más agresivo ayer, incluso
mayor a un punto porcentual.
“Los que esperaban una medida
drástica se sintieron decepcionados”, afirmó a DF el analista de BMO
Capital Markets, Andrew Busch. Tras el anuncio, las bolsas mundiales
comenzaron a revertir transitoriamente las ganancias impulsadas en la
mañana por los resultados de Goldman Sachs y Lehman Brothers. La Fed,
sin embargo, dejó la puerta abierta a nuevas reducciones, asegurando
que los “riesgos al crecimiento se mantienen y el Comité actuará cuando
sea necesario”.
En una señal de que una de las prioridades
sigue siendo proveer de suficiente liquidez al mercado, el banco
central estadounidense también redujo en 0,75 puntos porcentuales la
tasa de descuento, por segunda vez en dos días, a 2,5%.
Cambio de tono
En
su comunicado de ayer, los miembros del comité federal de la Fed se
mostraron especialmente pesimistas. “Información reciente indica que el
panorama para la actividad económica se ha deteriorado aún más. El
consumo se ha desacelerado y el mercado laboral se ha contraído”,
apuntó.
Además, por primera vez desde que comenzó la crisis
hipotecaria y crediticia, el organismo reconoció que ésta afectará al
crecimiento de la economía.
“Los mercados financieros continúan
bajo presión, lo que junto a la contracción crediticia y del mercado
inmobiliario provocarán un menor crecimiento en los próximos
trimestres”, señaló.
En lo que va del año, la Fed ha reducido
la tasa referencial en 200 puntos base, estableciendo una de las
políticas monetarias más agresivas de los últimos 20 años.
Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos, la crisis crediticia parece reacia a desaparecer.
“La
verdad es que, debido a la diferencia de tiempo que hay entre las
medidas y sus efectos, aún no hemos visto los beneficios de los
recortes anteriores de los tipos”, explicó el estratega de Federated
Investors, Joseph Ballentrino.
Vuelve la inflación
En
lo que representa un drástico cambio respecto a sus comunicados
anteriores, la Fed introdujo en su informe de ayer las advertencias
sobre las presiones inflacionarias.
En sus recientes
comparecencias ante el Congreso estadounidense, el presidente de la
Fed, Ben Bernanke, había reducido la importancia de la inflación e
incluso en uno de sus informes ignoró este factor completamente.
En
su última reunión de política monetaria, los miembros de la Fed
aseguraron que esperaban que la inflación disminuyera en los próximos
meses. Sin embargo, ayer el organismo alertó que los precios continúan
elevándose, lo que provoca una mayor incertidumbre en el panorama
económico.
El banco central estadounidense realizó esta mención
a pesar de que los precios al consumidor se mantuvieron estables
durante febrero e incluso la inflación interanual se redujo de 4,3% a
4%.
“La verdadera tensión está en controlar la inflación
mientras inyectas liquidez al mercado. Al parecer, la Fed está ahora
llegando al límite, debido al ambiente inflacionario, de lo que puede
hacer”, afirmó a Bloomberg la ex gobernadora de la Reserva Federal,
Susan Bies.
Precisamente, la inflación parece ser uno de los
factores que impidió que el recorte sea de 1%, tal como lo habían
pronosticado los mercados. La decisión de ayer no fue unánime, con dos
de los ocho miembros del comité a favor de una reducción menor.