Uno de los protagonistas del encuentro empresarial en Los Ángeles fue el presidente de CMPC, Bernardo Larraín Matte, con un duro diagnóstico de la situación de Chile. Si bien ve como un avance el despacho de la ley de permisos sectoriales, dejó claro que esto no es una solución definitiva para las trabas a los proyectos de inversión.
Tomando el caso de su industria, la forestal, comparó al país con una mesa coja: sostuvo que tiene las riquezas naturales, las capacidades empresariales y la demanda global por los productos, pero que la cuarta pata es la que está dañada: “Es básicamente la capacidad institucional y regulatoria que debe proveer el Estado para que habilite el crecimiento de nuestra economía (...). Se ha deteriorado la fortaleza institucional de Chile en términos de efectividad de Gobierno, calidad del marco regulatorio, estado de derecho y control de la corrupción”.
Esta idea la relacionó con el hecho de que las grandes forestales estén emprendiendo mega inversiones en Brasil (Arauco destinó US$ 4.600 millones a Sucuriú, mientras que la propia CMPC planea invertir US$ 4.750 millones en Natureza). En ese país, dijo, la tramitación ambiental de un proyecto puede durar menos de dos años, mientras que en Chile sería de al menos una década. “Entonces, no nos debe sorprender que Chile haya perdido competitividad para emprender grandes proyectos de inversión”.
Y fijó posiciones: “Buena noticia los permisos sectoriales. Sin embargo, la madre de todos los permisos es el ambiental, por lo tanto, es fundamental hacer una reforma bien sustantiva del SEIA y creemos que el proyecto de ley que hoy día está en discusión en el Parlamento no va en esa dirección y afortunadamente se despriorizó, porque la verdad era un mal proyecto”.
Finalizó enfatizando la necesidad de una reforma política: “No se pueden abordar reformas sustantivas, ambiciosas, estructurales para reactivar la economía en un Congreso con 22 partidos. Eso también es relevante para la economía. Muchas veces uno dice que ‘eso es político, no nos metamos ahí’. El mundo empresarial se tiene que meter en todo, no solo en la cuestión sectorial (...). Si tenemos un sistema político disfuncional, no podremos tener una economía sana”.
Después de su presentación, Larraín Matte profundizó sus posiciones en conversación con DF.
- Dijo que el mundo empresarial tiene que involucrarse en la política, ¿cuál es su visión del escenario que hay de cara a las elecciones presidenciales?
- El mundo empresarial tiene que estar activo en el debate público, promoviendo que en el ciclo electoral se discutan las reformas que se requieren. Uno puede, con mucha voluntad, mejorar la gestión y meter medidas administrativas, pero la agilización de los proyectos no se logrará si es que no reformamos el SEIA. Por lo tanto, los candidatos deberían plantear cuál es la reforma que proponen al SEIA. Lo mismo ocurre con el funcionamiento del Estado. Si no reformamos el estatuto administrativo que regula el empleo público, que viene del año ‘89, vamos a seguir viendo casos como el de las licencias médicas.
- El presidente de Irade felicitó al ministro Grau por la ley de permisos sectoriales, ¿para usted no es suficiente?
- Yo también me sumo a esa felicitación, creo que es un buen proyecto de ley. Se aprobó, se logró un acuerdo con la oposición y también lo celebro. Lo que ocurre es que una parte son los permisos sectoriales, pero el principal permiso que se requiere para emprender un proyecto de inversión es el que otorga el SEIA. Ahora hay que abordar esa segunda pata, que probablemente es más relevante, y por eso creo que las candidatas o candidatos deben proponer una reforma, no solamente decir que porque él o ella llegara al Gobierno, por el simple acto de una mejor gestión se van a agilizar los proyectos, porque hay un marco regulatorio e institucional que no es suficiente.
- Lideran las encuestas un candidato republicano y una comunista. ¿Le preocupa que haya polarización?
- A mí me preocupa que no se toquen las reformas de fondo. Para mí, nuestra contribución al debate público va a ser ésa: que se toquen las reformas, que no se quede en listas de lavandería, de medidas efectistas y planteen cuáles son las reformas que Chile requiere.
- Dijo que no se puede gobernar con 22 partidos en el Congreso, ¿qué reformas se necesitan?
- Con 22 partidos es muy difícil que se sopese bien en la evidencia, la experiencia comparada, los análisis técnicos. Es muy difícil que 22 sectores políticos se junten en una mesa a acordar una reforma que se funde en ciencia y técnica. Chile no resiste otro ciclo electoral plagado de medidas efectistas, administrativas o de gestión. Se requieren reformas y creo que el mundo empresarial, los gremios, la sociedad civil, los centros de estudio, la academia, tienen que desafiar a la política para que no omitan esa reforma fundamental.
- ¿Se la juega por algún candidato?
- No, no. Eso es decisión personal de cada uno. Yo estoy aquí en un rol empresarial, presidiendo la CMPC. Desde ese rol voy a participar del debate público, pero con esa impronta, de proponer las reformas que Chile requiere.