Sin embargo, el sector enfrenta un problema que genera cada vez más inquietud: la falta de competencia en los procesos de licitación. La disminución tanto en la cantidad de ofertas como en la diversidad de actores está generando alertas en la industria.
Para comprobar esta tendencia, Diario Financiero realizó un levantamiento de datos con información disponible en la página web de la Dirección General de Concesiones (DGC). Los resultados confirman la baja sostenida en la competencia durante los últimos años.
Entre 2008 y 2010 -el período más antiguo con datos disponibles-, el Ministerio de Obras Públicas (MOP) recibió en promedio 4,6 ofertas por proceso licitatorio. La cifra más repetida era cinco, y la más baja, cuatro, un panorama considerado “sano” por los actores del sector.
Pero esta situación comenzó a deteriorarse. Entre 2011 y 2015, el promedio bajó a 3,5 ofertas por licitación, con tres como la cifra más habitual. Aun así, la industria consideraba aceptables esos niveles de participación.
La caída continuó entre 2016 y 2020, con un promedio de 3,2 ofertas. Lo preocupante fue que el número más repetido durante ese quinquenio fue uno, lo que encendió las primeras alarmas en el rubro.

Gloria Hutt, presidenta de Copsa. Jessica López, minsitra de Obras Públicas. Carlos Cruz, director ejecutivo CPI. Fotos: Julio Castro y Archivo
Y en el último período -2021 a 2025-, la situación “se volvió crítica”. Según fuentes vinculadas a empresas del sector, que pidieron reserva, el escenario actual podría estar reflejando un “decaimiento del sistema de concesiones” que requiere medidas urgentes. En este lapso, el promedio cayó a solo dos ofertas por proceso, siendo una la cifra más recurrente.
Además, este 2025 marcó un hito negativo. El proceso de licitación del Embalse Nueva La Punilla se declaró desierto debido a la falta total de oferentes.
En los otros tres llamados de este año (Segunda Concesión Ruta 5 Tramo Temuco–Río Bueno, Ruta 5 Tramo Chacao–Chonchi y el Nuevo Establecimiento Penitenciario de Copiapó), dos recibieron solo una oferta y uno recibió dos. “Es un mal diagnóstico hacia adelante”, advierten desde el sector.
A la baja cantidad de propuestas se suma otra señal preocupante, que es la reducción en la diversidad de oferentes. En los años previos, era habitual ver en los procesos a diversas empresas, incluso chilenas como Moller & Pérez Cotapos, Echeverría Izquierdo, Besalco e Ifacal. Hoy, en cambio, el mercado está dominado por grandes operadores internacionales, como Grupo Costanera (Mundys y CPPIB), ISA Intervial, Sacyr y Vías Chile (Abertis).
Las razones
Para expertos relacionados al rubro, el motivo detrás de este fenómeno se debe a distintos factores.
El actual director ejecutivo del Consejo de Políticas de Infraestructura (CPI) y exministro de Obras Públicas, Carlos Cruz, destacó que una de las razones es el importante tamaño de los proyectos. Según él, muchas obras están vinculadas a valores muy altos, a los que no todas las empresas pueden acceder.
Este fenómeno viene acompañado con importantes garantías, las cuales tienen un nivel de exigencia financiera que no todas las firmas están dispuestas a soportar.
“(Esto) ha significado un nivel de concentración de concesiones nuevas y de proyectos antiguos, en su segunda fase, que todavía es tolerable, pero es necesario tomar acciones para que no pase a ser preocupante”, recalcó.
Por su parte, la presidenta de Copsa, Gloria Hutt, enfatizó que esto se explica, en parte, por el incremento de riesgos que están soportando los privados, en cuanto a permisos y demoras de plazo impredecible, que son difíciles de dimensionar en términos del equilibrio financiero.
“Todo eso va contra la disposición de los inversionistas a tomar riesgos. Definitivamente, la disminución de los competidores impone el desafío de proponer acciones que permitan revertir esa tendencia”, recalcó Hutt.
Posibles mejoras
Desde la DGC señalaron que, aunque efectivamente se observa una reducción en el número de oferentes en algunas licitaciones, “esta situación no representa una amenaza significativa”.
“En muchos procesos las licitaciones han contado entre dos y tres participantes, y aunque se busca incentivar una mayor competencia, las participaciones recientes no han comprometido la viabilidad ni el desarrollo de los proyectos”, recalcó la dirección.
Respecto a posibles medidas para volver a impulsar la participación, la DGC explicó que el MOP evalúa constantemente mejoras, incluyendo ajustes en los plazos, requisitos técnicos y condiciones contractuales, “con el objetivo de hacerlos más atractivos para una mayor diversidad de oferentes”.
Además, comentaron que están trabajando en fortalecer la difusión de los proyectos y en generar espacios de diálogo con el sector privado para identificar barreras y oportunidades de mejora.