En el primer aniversario sin la calificación de triple A otorgada por la agencia calificadora Standard & Poor's, a EEUU le va mejor que a Europa en crecimiento y desempleo, mientras los inversionistas siguen apostando a sus bonos públicos.
Sin embargo, el déficit fiscal y la división política que dieron origen a la rebaja continúan, y el futuro es incierto.
Cuando S&P anunció su decisión el 5 de agosto de 2011, el mundo temió un caos financiero que depreciaría el dólar, subiría sus tasas de interés y hundiría la bolsa local. Tras un remezón inicial, nada de eso sucedió.
La economía creció a un promedio anual en torno al 2,5% desde el tercer trimestre de 2011 a los primeros tres meses de 2012. Es el doble que Alemania y más de cinco veces que Francia, los motores de la eurozona.
El desempleo, en tanto, aunque alcanza 8,3%, es inferior al de la eurozona, donde supera el 10%.
El dólar ha superado a sus pares en los últimos diez meses, sumando un 10% en los últimos 12 meses en una canasta de seis monedas. Asimismo, el índice bursátil Dow Jones ha sumado 14% desde la rebaja. En cuanto a los bonos del Tesoro, la demanda empuja los intereses a mínimos históricos: desde la rebaja cayeron de 2,5% a 1,5%.
"Ha habido salidas masivas de Europa hacia Suiza y EEUU", señaló Mohamed El-Erian de Pimco, el mayor fondo mundial de bonos. Añadió que aunque EEUU apenas crecerá un 1,5% los próximos 12 meses, Europa probablemente se contraiga eso o más en el mismo período.
En medio de la crisis europea y la desaceleración china, EEUU es considerado un refugio seguro, a pesar de que la decisión de S&P apuntó a que el país podría tener problemas para pagar sus deudas.
La rebaja "fue más un gesto simbólico pero no significó nada para la calidad crediticia de EEUU", señaló Paul Zemsky, jefe de activos de ING en Nueva York, a Bloomberg.
El portavoz de S&P John Piecuch defendió la acción de la firma.
"La calificación crediticia es una opinión sobre el riesgo relativo de default, no una predicción del comportamiento del mercado", señaló por escrito. "Comenzamos a rebajar Grecia en 2004 e Italia en 2005, por ejemplo, pero por varios años los mercados siguieron avaluando sus bonos casi a la par de los de Alemania".
Problemas continúan
Sin embargo, los problemas que citó en su momento S&P para explicar su decisión, siguen allí.
La rebaja fue luego de meses de disputas entre el presidente Barack Obama y los republicanos en el Congreso sobre si debía aumentarse o no el techo de la deuda. Aunque el impasse terminó luego que Obama firmara un aumento el 2 de agosto, tres días después S&P rebajó a EEUU. Citó el atasco político en Washington y los desafíos fiscales del país a largo plazo.
Se espera que el déficit, que logró eliminarse entre 1998 y 2002, en el año fiscal que termine el 30 de septiembre sume US$ 1,1 billones, para un total de US$ 11,1 billones, un 65% del PIB.
Ahora los demócratas y republicanos se encaminan hacia otro enfrentamiento a fin de año, tras los comicios de noviembre, cuando más de US$ 600.000 millones en aumentos de impuestos y recortes de gasto entren en vigor si el Congreso no hace algo.
La indecisión podría sumir al país en un "abismo fiscal" y una recesión, según advirtió la oficina presupuestaria del Congreso.
Obama quiere subir los tributos a los hogares que ganen más de US$ 250.000, mientras los republicanos rechazan todo aumento de gravámenes.