H. Dempsey y L. Lewis en Tokio
Mitsubishi Corporation acordó la compra por US$ 1.000 millones de granjas salmoneras de la noruega Grieg Seafood, en momentos en que las empresas japonesas baten récords en fusiones y adquisiciones (M&A) y amplían su influencia en las cadenas de suministro alimentarias a nivel global.
El acuerdo de Cermaq, la filial noruega del holding japonés, incluye activos acuícolas en Noruega y Canadá, y creará el segundo mayor grupo mundial de cultivo de salmón, con una producción anual estimada en 280 mil toneladas hacia 2027, en respuesta a la creciente demanda mundial de proteínas.
La transacción se enmarca en una intensa racha de M&A protagonizada por compañías japonesas: solo en el primer semestre se concretaron 4.700 operaciones por un total récord de 20,9 billones (millones de millones) de yenes (US$ 140 mil millones), según la consultora Recof Data, con sede en Tokio. Esta cifra ya supera el total de todo el año pasado, y más de la mitad de los acuerdos involucran a firmas japonesas adquiriendo competidores extranjeros.
Auge salmonero en Japón
Las empresas de alimentos japonesas han fortalecido silenciosamente su control sobre la cadena de suministro, en parte gracias al creciente apetito global por productos como sushi, curry katsu (o curry japonés) y ramen.
Mitsubishi está apostando por un auge en el consumo de salmón, una proteína que requiere significativamente menos alimento que el pollo, el cerdo o la carne de vacuno, y que además tiene una huella de carbono considerablemente menor. Con la adquisición, su producción aumentará en 40%.
Grupos de condimentos como Kikkoman y Kewpie han levantado grandes fábricas en Estados Unidos para ampliar su presencia en Occidente, mientras que operadores de restaurantes japoneses han desplegado agresivas estrategias de expansión internacional ante la merma del mercado doméstico.
Otra casa japonesa de trading, Marubeni, anunció el mes pasado la compra de Bubbies, una empresa estadounidense de helado mochi con sede en Arizona, por una suma no revelada, con el objetivo de capturar parte del mercado de helados de fantasía en EEUU, valorado en US$ 9 mil millones.
Keisuke Ito, gerente general de productos alimentarios de Marubeni, dijo a FT que la empresa ya trabaja en otras “dos o tres adquisiciones” adicionales durante los próximos dos años.
Ola de fusiones
Pese a la desaceleración del mercado global de M&A, la gestión corporativa japonesa sigue apostando por el crecimiento, impulsada por reformas en gobernanza empresarial y la presión para movilizar las grandes reservas de efectivo que mantienen.
Un abogado especializado en fusiones y adquisiciones, que ha trabajado con dos de los mayores productores de alimentos de Japón, afirmó que aún existe una demanda “significativa” por adquisiciones en el extranjero, ya que las empresas continúan ajustándose al mercado doméstico en contracción y con presupuestos familiares cada vez más ajustados.
Algunas compañías japonesas están esperando mayor claridad sobre la situación arancelaria en Estados Unidos antes de avanzar, agregó el abogado, pero “en principio, tenemos clientes con ganas de salir a comprar empresas en América y Europa”.