El
Ejecutivo chino anunció hoy una inyección de US$ 52.400 millones para que los más desfavorecidos puedan hacer
frente al récord de inflación que sufre el país asiático.
El
Ministerio de Finanzas anunció la inversión, destinada a los
habitantes más pobres de las zonas centrales y occidentales del país
asiático afectadas por la subida de precios.
Los destinatarios
son unos 4,5 millones de adultos enfermos o sin hijos que puedan
ocuparse de ellos, que tendrán acceso a alimentos, ropa, alojamiento,
asistencia médica y, en su caso, gastos de entierro, además de un
subsidio mensual de no menos de 20 yuanes (cerca de US$ 3), según la
circular publicada en la web ministerial.
El subsidio, que se
aplicará hasta marzo de 2011, tiene por objetivo reducir las presiones
económicas sobre los más necesitados.
Desde mediados de noviembre, Beijing ha adoptado medidas para frenar la inflación, como el aumento de la producción agrícola.
El Índice de Precios al Consumo (IPC) de China alcanzó el 4,4% en
octubre, el más alto en 25 meses, debido al alza del precio de los
alimentos, de un 10,4%.
Aunque China ha conseguido sacar de la
pobreza a 400 millones de ciudadanos en las últimas décadas, según un
baremo local que considera que el umbral de la pobreza está por debajo
de los 400 yuanes al año (US$ 60) y todavía 30
millones de chinos viven en esta situación.
Sin embargo, la
última revisión del Banco Mundial (BM) estima que, debido a la
apreciación del coste de la vida en China y tomando como referencia el
baremo de la ONU de un dólar diario, la cuantía actual de pobres en el
país asiático ascendería a 300 millones.