Los gastos realizados por el
Estado brasileño en medidas fiscales para hacer frente a la crisis
económica global fueron equivalentes al 0,8% del Producto Interior
Bruto (PIB) del país, uno de los menores porcentajes en el mundo,
afirmó hoy el ministro brasileño de Hacienda, Guido Mantega.
De acuerdo con el ministro, ese porcentaje es ínfimo en relación
al de los países desarrollados y al de otros países emergentes, como
China, cuyas medidas contra la crisis alcanzaron cerca del 13% de su
PIB.
Mantega aseguró que Brasil, que fue uno de los últimos
países en sentir los efectos de la crisis, ya está superando las
dificultades y será uno de los primeros en dejar atrás las
turbulencias económicas.
El ministro reconoció que su Gobierno tuvo que reducir su meta
para el superávit fiscal primario este año desde el 3,8% del PIB
hasta un 2,5% debido a la necesidad de aumentar los gastos públicos
en medidas para hacer frente a la crisis.
Además de aumentar las inversiones en obras públicas, Brasil,
como medida anticíclica, redujo los impuestos sobre diferentes
sectores, como el automotor, los electrodomésticos y los materiales
de construcción.
"Pero en 2010 tendremos de nuevo la anterior meta de superávit
fiscal primario (3,8% del PIB). Tendremos una política fiscal
responsable en un año electoral", aseguró Mantega al referirse a las
elecciones presidenciales y legislativas de 2010.