Canadá asume a partir del 1 de
enero la presidencia del Grupo de los Ocho (G-8), con una agenda que estará
dominada por el tema de la recuperación económica, las negociaciones
sobre la lucha contra el cambio climático y el sector energético.
Además de la presidencia del grupo integrado por los siete países
más industrializados del mundo (Alemania, Canadá, Estados Unidos,
Francia, Italia, Japón y Reino Unido) y Rusia, Canadá será la sede
de las cumbres de los líderes del G-8, el 25 y 26 de junio, y del
G-20, el 26 y 27 de junio.
De forma previa a las cumbres de los líderes de los dos grupos,
Canadá también será la sede de la reunión de ministros y
gobernadores de Bancos Centrales del G-7, que se celebrará del 5 al
6 de febrero en la ciudad de Iqaluit, al borde del Círculo Polar
Ártico.
La reunión de los responsables de finanzas del G-7 servirá para
preparar los temas económicos, fundamentalmente la marcha de la
recuperación económica y la reforma del sistema financiero mundial,
que los líderes del G-8 discutirán en junio en la localidad de
Huntsville (Ontario), la sede elegida por Ottawa para la Cumbre.
A la espera de que el Gobierno del primer ministro canadiense,
Stephen Harper, ofrezca detalles sobre los aspectos concretos que
centrarán su presidencia del G-8, los temas revelados por los
ministros de Finanzas y Asuntos Exteriores indican las líneas
generales que Ottawa quiere seguir.