El premier Li Keqiang usó su visita a Alemania para advertir a Japón que ningún país puede violar la paz lograda tras la Segunda Guerra Mundial.
“No debemos permitir a nadie destruir o negar el orden de la paz de posguerra”, afirmó Li en la ciudad alemana de Potsdam, lugar de la conferencia que en 1945 definió las fronteras tras la derrota nazi y los términos de la rendición de Japón.
Li destacó que el acuerdo de Potsdam reafirmó que Japón debía devolver los territorios robados a China, “incluidas las islas en el noreste de China y Taiwán”.
Li habló en medio de las crecientes tensiones por las islas Diayou, que Japón llama Senkakus.
“Siempre debemos defender la paz y el orden de posguerra, que se logró al precio de decenas de millones de vidas”, dijo Li. “Todo intento de negar o glorificar las agresiones de la guerra de aquella época no son otra cosa que un desafío a la justicia internacional, que no será tolerado”.
El profesor de la Universidad China de Asuntos Internacionales, Niu Zhongjun afirmó que las islas Diayou fueron confiscadas por Japón al final de la primera guerra sino-japonesa de 1895, junto con Taiwán.
“Diayou, como parte de Taiwán, debería haber sido devuelto a China al final de la Segunda Guerra Mundial”, afirmó. “Las declaraciones de Li también fueron un reproche a la administración de Abe por sus intentos de cambiar la Constitución pacifista del país y negar la esclavización de mujeres chinas durante la guerra”.
Li llegó a Berlín el sábado para una visita oficial a Alemania, la última parte de su primera gira internacional como premier. También visitó Suiza, Pakistán e India.
Su itinerario en Alemania incluyó un encuentro con la canciller Angela Merkel, un discurso en una cena empresarial y conversaciones con figuras políticas y de negocios.
Li señaló en un comunicado escrito que esperaba fomentar los lazos con la Unión Europea en su visita a Alemania, el único país del bloque incluido en esta gira.