Crisis eléctrica costaría US$ 10 mil millones al año a Corea del Sur

Por Isabel Ramos Jeldres



En medio del creciente debate en Chile sobre las presiones en el suministro eléctrico y el impacto en el desarrollo económico del país, el caso de Corea del Sur sirve como un llamado de atención para todo el mundo. Pero la situación de Seúl no es única. Por el contrario, la estrechez en el abastecimiento eléctrico es uno de los principales riesgos para las economías globales, y se está sintiendo con particular intensidad en Asia.




Oscuro panorama


Corea es uno de los mayores fabricantes de autos y un líder en tecnología, pero una crisis eléctrica amenaza con paralizar sus fábricas porque se está quedando sin energía y los apagones están a la vuelta de esquina.

La situación empeora rápidamente mientras el país ingresa a los meses más calurosos del verano. “Las luces rojas están encendidas por la preocupación por el suministro de energía”, dijo a Bloomberg el investigador del Instituto Económico de Energía de Corea, Choi Do Young. “El gobierno está desesperado por controlar la demanda energética este verano para evitar los apagones”.

La estrechez del sistema se ha producido por la combinación de una menor producción energética (en lo que influyó el cierre de tres reactores nucleares que se encuentran en mantención y que tienen una producción combinada de 2,6 millones de kilowatt por hora) y un alza en la demanda, debido a que los meses de mayo y junio fueron más calurosos que el año pasado.

El gobierno impuso medidas de ahorro para evitar los cortes, pero también ha incentivado a los privados a actuar. Las autoridades han otorgado 219.100 millones de wones (US$ 193 mil millones) en incentivos para que las empresas reajusten sus horarios y reduzcan el uso de electricidad. Y, hasta ahora, han encontrado apoyo.

Hyundai Motor, la mayor automotriz del país, y la siderúrgica Posco, adelantaron la mantención de sus fábricas para reducir el consumo de energía.

Las empresas suspenderán su producción por varias semanas en agosto, para que los oficinistas y dueñas de casa no deban apagar el aire acondiciones en medio del calor del verano.

Por su parte, las pequeñas y medianas empresas –agrupadas en la Federación Coreana de Pequeñas y Medianas Empresas, la Federación Coreana de Organizaciones de Retail y Asociación Coreana de Empresarias- se comprometieron a reducir voluntariamente el consumo eléctrico. Las pequeñas tiendas, por ejemplo, han elevado la temperatura dentro de sus locales, y mantendrán sus puertas y ventanas cerradas para ahorrar energía.

De acuerdo con cálculos del Ministerio de Economía del Conocimiento, los apagones podrían costarle US$ 10 mil millones al país, equivalentes a 1,1% del PIB de 2011.

Pero el costo podría ser aún mayor. “La estimación del gobierno parece conservadora”, dijo a Bloomberg el economista de Shinhan Investment, Lee Sang Kwon. “Los manufactureros de acero y petroquímicos estarían entre los más afectados.




Mal cálculo


El gobierno no calculó bien la demanda cuando planificó la construcción de plantas de energía en la última década. Algunos proyectos fueron cancelados o suspendidos debido a que, tal como en China, India e Indonesia, los precios están controlados por el gobierno.

Los productores necesitarían invertir 44 billones de wones para sumar 42.326 megawatt de capacidad de generación a 2024, un alza de 56% respecto de 2010, para poder satisfacer el aumento anual de la demanda de 3,1%, según cifras oficiales. El consumo de electricidad en el país subió 56% entre 2001 y 2010.

Pese a las medidas adoptadas, el gobierno no se fía. A fines de junio realizó un simulacro de apagón, donde participaron policías y bomberos, se pidió a la población que no usara aparatos electrónicos y a las empresas que redujeran drásticamente su producción.

“Este simulacro apunta a mejorar la capacidad de las personas para lidiar con una crisis a través de su participación voluntaria en los esfuerzos por conservar la energía por posibles cortes de energía”, según el sitio web del Ministerio de Economía del Desarrollo.