La mayor economía del mundo logró mantener sin cambios la tasa de desempleo en diciembre en 10%, tal y como lo esperaban los analistas.
Sin embargo, se destruyeron 85.000 empleos, cuando las estimaciones
apuntaban a que no se destruirían puestos de trabajo, e incluso a que
podrian crearse.
El hecho de que la tasa permaneciera estable pese a
la pérdida de puestos de trabajo obedece a una reducción de la fuerza laboral e
implica que más gente han dejado de buscar trabajo con lo que el Gobierno no
los cuenta ya entre los desempleados.
El Departamento de Trabajo publicó hoy también los datos revisados de octubre y
noviembre.
Las cifras muestran que se crearon 4.000 puestos de trabajo en noviembre, el
primer incremento en dos años, y que se perdieron 16.000 en octubre, más de lo
que se había adelantado en un principio.
En la actualidad, más de 15 millones de estadounidenses carecen de trabajo, una
cifra que sube a más de 17 millones si se cuenta a los que sólo tienen trabajo
a tiempo parcial.
Cuando se incluye a las personas que han dejado de buscar empleo y a los que
sólo tienen trabajo a media jornada, la tasa de desempleo alcanza el 17,3%, tan
sólo una décima por debajo del nivel más alto en los últimos 16 años.