El primer subdirector gerente del Fondo Monetario
Internacional (FMI), John Lipsky, negó que se esté produciendo una guerra de
divisas, a pesar de los muy bajos tipos de interés en las economías más
avanzadas del planeta, pues son medidas "orientadas a la situación
interna", dijo.
Lipsky se presentó en compañía de Yi Gang, vicepresidente
del Banco Popular de China al término de la reunión organizada por ambas
instituciones en Shanghái sobre "políticas macro-prudenciales en una
perspectiva asiática", con los gobernadores de los bancos centrales de
algunos países.
"Virtualmente todas las economías avanzadas están
cayendo a tipos de casi un 0%", dijo Lipsky, pero aseguró que "el
impacto de esta política en estas economías, en el contexto de un bajo
crecimiento y una muy baja inflación, todavía es incierto".
"Claramente", dijo, "estas políticas están
orientadas a la situación interna, no a implicaciones internacionales".
El subdirector del FMI recordó que "la política
monetaria y fiscal en las economías avanzadas y las políticas presupuestarias y
estructurales en las dinámicas economías emergentes" deben ser discutidas
"de manera exhaustiva y coherente, en lugar de enfocarse sólo en un
aspecto".
Para evitar una guerra de divisas, dijo que es necesario
"el reequilibrio de las fuentes de crecimiento, lejos de la política
presupuestaria y de estímulos presupuestarios", sino fomentando la
iniciativa privada.
De esta manera, las economías emergentes, con un
"plus" económico "consistente", deben concentrarse en
"desarrollar la demanda interna", mientras las "económicas con
un déficit persistente" deben tratar de "mejorar su red de
exportaciones con políticas nacionales apropiadas".
"Es la forma adecuada de ver este asunto y de
asegurarse de que no habrá una guerra de divisas, sino un acercamiento (a estas
cuestiones) exhaustivo y coherente", concluyó.
Strauss-Kahn reiteró en un discurso a puerta cerrada que el
siglo XXI "puede ser el siglo de Asia" pero que "tiene una gran
responsabilidad, para guiar y hacer propia la agenda de colaboración"
necesaria para hacer más seguro el sistema financiero mundial.
"Según las tendencias actuales, la economía de Asia
podría ser tan amplia como la de EEUU y la UE juntas para 2015", afirmó.