El grupo de
analistas del Gobierno chino informó de que el Producto Interno Bruto (PIB)
nacional crecerá un 10% interanual al cierre de 2010 hasta los 37 billones de
yuanes (US$ 5,56 billones).
El informe
de la Academia China de Ciencias Sociales (CASS, en inglés), divulgado hoy por
la agencia estatal Xinhua), subraya que en 2010 el país asiático, segunda
potencia económica, hizo grandes esfuerzos para mantener la coherencia de sus
políticas macroeconómicas y su economía inició la recuperación.
El
documento, llamado Libro Blanco de la Sociedad China, recoge que el PIB de la
República Popular alcanzó en 2009 los US$ 5,1 billones y creció un 9,1% en
plena recuperación económica, tras la crisis financiera global.
Los
ingresos chinos siguieron aumentando de forma estable este año, con un
incremento del 8% en las áreas rurales, las menos desarrolladas, que superará
el del aumento de ingresos en las urbanas, donde se concentra la riqueza del
país asiático.
Según el
libro, el índice de satisfacción de los chinos respecto a la calidad de vida
está decayendo y el pueblo está cada vez más insatisfecho con su situación
económica, con el desempleo y con la falta de cobertura de la seguridad social,
que hace 30 años estaba garantizada por la economía planificada.
Además, la
nueva generación de inmigrantes rurales que trabajan en las ciudades y que
nacieron en la década de 1980 "trabajan más, pero ganan menos que los de
la generación anterior".
Se calcula
que entre 150 y 200 millones de emigrantes rurales originarios del centro y del
oeste del país trabajan de forma temporal o permanente en las zonas de
manufactura y en las ciudades, concentradas en el este.
Esta masa
migratoria ha sido el artífice del milagro económico chino, gracias a su mano
de obra barata.