El primer ministro británico, Gordon
Brown, propuso un "nuevo modelo económico" basado en que el mundo
financiero debe servir a los ciudadanos y la industria y no a la inversa; en
que la economía del futuro será ecológica y que se debe potenciar la educación
con igualdad de oportunidades.
Brown anunció la creación de una Corporación Nacional de Inversiones que dará
financiamiento a las empresas y que potenciará la actividad bancaria
tradicional del servicio de Correos.
El primer ministro, en un discurso ante el congreso anual del Partido
Laborista, se comprometió a proteger los servicios públicos -en especial el de
salud (NHS), la joya de la corona de los logros históricos laboristas- y a
invertir más en escuelas públicas.
Otras medidas aplaudidas fueron la de restablecer el vínculo entre salario y
pensión en el caso de la más baja, crear un Servicio Nacional de Atención para
los ancianos, hacer un referendo para considerar un sistema electoral más
proporcional y la abolición de los escaños hereditarios en la Cámara de los Lores.