La presidenta de Argentina, Cristina
Fernández, vetará la ley de emergencia agropecuaria porque es
"imposible" aplicarla, dijo hoy un miembro del Gobierno, cuyo
anuncio desató la inmediata irritación de patronales agropecuarias.
La normativa, aprobada la semana pasada por el Parlamento, prevé
rebajas impositivas por 180 días como ayuda a agricultores afectados
por la sequía en 37 municipios de la provincia de Buenos Aires, la
más rica del país.
El jefe del gabinete de ministros, Aníbal Fernández, anunció en
declaraciones a radios locales que tal ley será vetada porque "es
pésima" y "de imposible cumplimiento" en materia impositiva.
Explicó que la rebaja de impuestos estaba orientada a favor de
los productores de trigo y entrará en vigor cuando "ya se ha
cosechado" ese grano, lo cual abre las puertas a maniobras que el
Fisco no podría evitar y no beneficiarían a los agricultores.
"Hace agua por los cuatro costados", aseguró el ministro al
fundar el próximo veto de esa ley, que además dispone 500 millones
de pesos (US$129,5 millones) para mitigar daños causados por
fenómenos climáticos, como la sequía de 2008, la peor sufrida por
Argentina en últimas décadas.
La normativa fue aprobada por el Senado el jueves pasado, en
medio de protestas de patronales agropecuarias que la consideran
"insuficiente" y exigen rebajas de los impuestos a la exportación de
granos, en especial la soja, el motivo de la seguidilla de huelgas y
cortes de carreteras que llevaron a cabo el año pasado.