La corrección en el precio del cobre impactó directamente a las compañías mineras que están fuertemente ligadas a la producción del metal rojo. Los papeles de estas compañías, que se cotizan en distintas bolsas del mundo, evidenciaron caídas al cierre de la sesión, de hasta 3%.
Ese fue el caso de Southern Copper. En tanto, Antofagasta Minerals bajó 2,9%, Anglo American perdió 2,47%, Freeport-McMoRan cayó 1,47% y Río Tinto anotó una baja más moderada de 0,81%, al no ser el cobre su principal línea de negocio.
A juicio del CEO de GEM Mining Consulting, Juan Ignacio Guzmán, este movimiento se explica porque la cotización de las acciones de las empresas mineras está correlacionada al precio del cobre, por lo que sus variaciones suelen seguir una dirección similar.
Añadió que, “en la medida que se resuelve negativamente, ya sea porque se abandona la idea de las tarifas o se imponen, los precios de las acciones de las compañías debieran bajar”.
Sin embargo, en cuanto a los papeles del sector, el mercado ya está haciendo una distinción respecto de cómo debieran comportarse las empresas que tienen producción en EEUU frente a aquellas que no exhiben ese panorama.
Guzmán explicó que el desempeño de las acciones tanto de empresas estadounidenses como de aquellas con operaciones en ese país debiese ser positivo, “porque efectivamente ellas esperan mantener costos de producción, y por otro lado, aumentar la oferta”.
Por el contrario, aquellas que no tienen producción en EEUU podrían verse afectadas por el alto arancel, lo que complicaría sus importaciones y, en consecuencia, su desempeño bursátil.