La administración Obama espera que el coste del plan de
rescate de la banca estadounidense sea US$ 200.000 millones inferior a lo
previsto inicialmente, según cálculos del Tesoro publicados por Bloomberg y
'The Wall Street Journal'.
El conocido como TARP (Troubled Asset Relief Program ó
Programa de Rescate de Activos Problemáticos) costará un máximo de US$ 141.000
millones en los próximos diez años, frente a los US$ 341.000 millones que
pronosticó la Casa Blanca
en agosto y los US$ 700.000 millones que el Congreso reservó para el plan en
octubre de 2008.
Los bancos estadounidenses ya han devuelto US$ 71.000
millones, una cifra que se ampliará hasta US$ 116.000 millones cuando Bank of
America reintegre las ayudas que recibió.
En sus últimas declaraciones sobre este asunto, el
secretario del Tesoro, Timothy Geithner, calculó que los bancos devolverían un
máximo de US$ 175.000 millones de dólares a finales de 2010.
Estados Unidos invirtió US$ 204.000 millones en 690
entidades. Estas inversiones le han reportado hasta la fecha US$ 10.000
millones en concepto de intereses y pago de dividendos.