Coaching con plata ajena
Señor Director:
El caso que involucra al gobernador Claudio Orrego vuelve a mostrar lo poco que aprendemos sobre responsabilidad en el manejo de recursos públicos. Más allá de lo que determine la justicia penal, preocupa que el gasto de $ 31 millones en asesorías ligadas a su campaña pase como una práctica más dentro de la cultura política.
¿Desde cuándo los gobiernos regionales deben financiar coaching ontológico para fortalecer campañas electorales? Lo que debería ser inaceptable, hoy se discute con tibieza.
La verdadera urgencia no es más regulación, sino exigir responsabilidad individual y reglas claras que impidan que cargos públicos se conviertan en plataformas personales de poder. Chile necesita una clase política que entienda que el dinero público no es un recurso ilimitado ni propio.
Gabriela Velásquez F.
Pasante Senior Fundación para el Progreso