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Estados Unidos vs. China: ¿quién ganará?

Martin Gonzalez Solar Abogado LL.M, Tsinghua University

Por: Martin Gonzalez Solar | Publicado: Jueves 6 de junio de 2019 a las 04:00 hrs.
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Martin Gonzalez Solar

En esta batalla comercial, que se transformó en una guerra geopolítica de proporciones, triunfará el rival que domine a futuro la instalación de la red 5G, así de simple. Esta red permitirá conectar a miles de millones de personas de manera masiva y ultra veloz, y además, conectarnos con todos los objetos y cosas que nos rodean. Ejemplo de esto: los automóviles autónomos. La red 5G será el pilar para controlar la inteligencia artificial del futuro y, con ello, el mundo, la Luna y Marte.

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Con esta visión de liderazgo, el Departamento de Comercio de EEUU estableció que cualquier compañía estadounidense que quiera vender algún producto a la china Huawei necesitará obtener la aprobación del gobierno norteamericano. Así, las aliadas estadounidenses de Huawei —Google, Intel y Qualcomm, entre otras— suspendieron el suministro de sus componentes, dejándola aislada. Parece que el Presidente Donald Trump ha aplicado asertivamente la enseñanza del célebre autor chino Sun Tzu, quien en su libro “El Arte de la Guerra” aconseja: “Aísla a tu enemigo de sus aliados”.

En este contexto, algunos sostienen que las empresas de tecnología de Europa saldrán beneficiadas como proveedoras de Huawei. Sin embargo, según Dan Harris, abogado de Harris&Bricken y especialista en China, la tecnología norteamericana es tan dominante en la telefonía móvil y redes, que pocos fabricantes europeos (si es que los hay) encontrarán que su producto está libre de toda la tecnología de los EEUU. Y si el producto no está “limpio”, no se puede vender a China. ¡Así de claro!

Ren Zhengfei, fundador de Huawei, asegura que se han preparado durante la última década para esta contingencia. Tienen el stock suficiente para seguir operando y, además, pueden fabricar todos los chips de alta gama por sí mismos. Pero también reconoce que los teléfonos no sólo requieren de chips y, a nivel nacional, aún existen enormes brechas entre los componentes de China y EEUU.

Por tanto, si el objetivo de EEUU ha sido aislar a la tecnología china claramente ha conseguido avances. Pero ello plantea la pregunta de si el gigante asiático podría crear un nuevo paradigma y desarrollar todo un ecosistema tecnológico diferente y globalizado en su propia casa, y de esta manera disminuir su dependencia de EEUU. ¿Una chifladura? Si se analizan los costos y el tiempo que involucraría esta hazaña, es bien probable que así sea. Pero no es imposible.

Huawei ya tiene 26 centros de I+D esparcidos en el mundo y alrededor del 50% de los científicos de inteligencia artificial son chinos. No olvidemos, además, que hace sólo 40 años China se encontraba en un profundo aislamiento económico, siendo uno de los países más pobres del mundo, y en ese contexto, desarrolló un nuevo paradigma político-económico inédito hasta entonces (por cierto, un total híbrido a ojos de occidente) y llegó a transformarse en la segunda economía mundial.

El futuro está por verse.

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