Leonidas Irarrázaval

Chile: ¿un peligro o un ejemplo?

Por: Leonidas Irarrázaval | Publicado: Miércoles 17 de octubre de 2012 a las 05:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Leonidas Irarrázaval

Leonidas Irarrázaval

El presidente de Bolivia, Evo Morales, nos ha tratado de todo en los últimos años. Hemos sido un “mal vecino”, un país orgulloso y prepotente y ahora último, “un peligro para Perú y Bolivia”, etc., etc. Nuestras respuestas directas o en los foros internacionales siempre han sido discretas, moderadas, para decir lo menos, bien educadas y con altura de miras.

En la última cumbre de países árabes y latinoamericanos, realizada en Lima, la ofensa boliviana volvió a repetirse, añadiendo a Perú, país sede de la reunión, como otro de los Estados, víctimas del peligro chileno. Felizmente, la reacción de nuestro gobierno no se hizo esperar. El presidente Sebastián Piñera indicó, en Lima, que Chile “respondería con todas sus fuerzas a las ofensas de cualquier país”. Esto desató nuevas críticas por belicista, amenazante, pretencioso, orgulloso, etc.

La reacción fue fuerte, más de lo esperado, porque ya no se podía ni debía soportar más. Los tratados internacionales, en todo el mundo, han sido suscritos y ratificados para ser respetados y cumplidos por los signatarios. El Tratado de Paz Chileno-Boliviano, de 1904, es un ejemplo perfecto de un acuerdo firmado casi 30 años después del conflicto, ratificado por ambos Parlamentos en absoluta libertad de acción y cumplido por Chile en todos sus términos.

La historia mundial de los tratados internacionales está plagada de puntos que siempre favorecen a uno u otro de los firmantes. Si los estados rechazaran o declararan nulos los acuerdos que estiman que no les favorecen, los mapas geográficos de toda Europa, América, Asia y África serían muy diferentes a lo que son.

El caso boliviano es lamentable. Nunca un país ha debido tanto su postración y atraso a los pésimos gobiernos que ha tenido a lo largo de su historia. El de Evo Morales es la prueba más fehaciente. Bolivia ha estado desde su independencia al borde del caos. Ahora pasa por uno de sus peores momentos.

Chile no es un peligro para Bolivia ni para ningún otro país. Más bien es un ejemplo para todos hasta para los más desarrollados. Es un país que crece al 5% anual, a pesar de las crisis económicas internacionales. Es también un Estado con una baja inflación de 2%, con paz social, libertad, democracia y esperanza para su futuro. A pesar del aún reciente terremoto de 2010, que lo destrozó en parte importante, ha sido capaz de reconstruirse desde sus cimientos y ayudar a otros que aún no pueden salir de su postración postsismo.

Por muy mal agradecidos y críticos que seamos los chilenos de nuestras autoridades, estoy cierto que todos pensamos igual en esta materia. Podemos haber sido algunas veces, un tanto orgullosos de nosotros mismos y haberlo expresado en voz alta. Nunca me olvidaré de haber leído un titular que señalaba: “Adiós América Latina (...)”. La verdad es que no podemos decirle adiós a América Latina porque más que nunca necesitamos de todos nuestros vecinos y demás integrantes de nuestro subcontinente. Pero no hemos sido nunca un peligro para nadie. Había que decirlo de una vez por todas y en forma fuerte para que hasta los más sordos oigan y no nos sigan ofendiendo.

Lo más leído