Demanda boliviana
Esta semana el presidente de Bolivia, Evo Morales, concretó lo que puede ser la arremetida más fuerte de su mandato en torno a la aspiración marítima de su país...
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Esta semana el presidente de Bolivia, Evo Morales, concretó lo que puede ser la arremetida más fuerte de su mandato en torno a la aspiración marítima de su país, luego que anunciara que se presentará dicha demanda contra Chile ante los tribunales internacionales.
Pese a que la salida al mar para Bolivia es un tema que cada cierto tiempo reflota y copa los titulares de los diarios de ambos países, no dejó de llamar la atención la agresividad que esta vez tuvo el discurso del mandatario, lo que llevó al inmediato rechazo en Chile. El presidente de la República, Sebastián Piñera, calificó de inaceptable la demanda, toda vez que apunta a impugnar un tratado que está plenamente vigente.
En 1904 Chile y Bolivia suscribieron un tratado que fijó los límites entre ambos países, por lo que debe entenderse que el tema está zanjado y que debería ser un argumento fuerte para que cualquier instancia internacional desestimara la demanda boliviana, la que por ahora no tiene fecha de presentación. Además, la diplomacia chilena ha insistido en que se trata de un tema que está resuelto y su accionar ha tendido a tratar este tipo de materia a nivel bilateral.
Sorprende que el anuncio de Morales se dé luego que a fines del año pasado, ambos presidentes acordaran la creación de una comisión permanente y de alto nivel para avanzar en los problemas que ambos países han tenido a lo largo de los años. En febrero se concretó la primera reunión de dicha instancia. Todo ello había sido antecedido por el proceso de diálogo en torno a una agenda de 13 puntos iniciado por la presidenta Bachelet.
También llama la atención que este nuevo capítulo bilateral se dé en momentos en que la popularidad del presidente Morales no pasa por su mejor momento -está en niveles en torno al 38% luego que bajara del 70% en que se ubicó en algún momento- luego de la fallida alza de combustibles que intentó impulsar a fines del año pasado y que desató un violento rechazo por parte de la población.
Es importante que Chile avance en sus esfuerzos por lograr una integración cada vez mayor con los países vecinos, pero otra cosa es ceder soberanía, especialmente si ya el tema está resuelto por un tratado internacional que ha sido aprobado por los dos países.
Habrá que esperar para saber si el anuncio del presidente Morales se concreta o si sólo fue un paso tendiente a mejorar su imagen entre los bolivianos. Por lo pronto en Chile, gobierno y oposición deben seguir manteniendo la línea unitaria de trabajo en materia de relaciones exteriores.