La agenda pro empleo del gobierno ha incentivado a varios
sectores productivos a presentar planes que buscan aminorar el efecto
de la crisis en el país.
Así, los empresarios forestales,
lecheros y de la pesca, entre otros, están trabajando en forma directa
o indirecta con la autoridad para mermar cualquier coletazo de la menor
actividad económica, con un énfasis marcado en la mantención de los
niveles de empleo en sus respectivos rubros.
En ese marco es que
la Federación de Productores de Fruta (Fedefruta) en conjunto con la
Asociación de Exportadores (Asoex), propusieron al gobierno una serie
de medidas pro empleo, que tienen como fin estabilizar el nivel de
ocupación del sector. Es decir, que a través de la aplicación de planes
de fomento o subsidios se incentive a los empleadores a mantener su
fuerza laboral a lo largo de todo el año.
El efecto es
importante si se considera que en plena temporada este sector ocupa a
unas 400 mil personas, número que se reduce a 150 mil en períodos de
baja demanda.
El presidente de Fedefruta, Rodrigo Echeverría,
indicó que hace algunos días presentaron esta iniciativa al Ministerio
del Trabajo y que en marzo iniciarán conversaciones al respecto.
Absorber desempleo de otros rubros
“No
somos un sector que estime que en 2009 disminuirá el trabajo, por eso
estas medidas no apuntan a contener una caída sino que a absorber gente
de otros sectores”, dijo Echeverría, quien agregó que en muchas de las
regiones donde hay actividad frutícola relevante, en invierno los
trabajadores migran a otros sectores productivos, como la construcción,
que ya evidencia un fuerte impacto de la crisis.
“En general, el
plan apunta a la gente que se recluta sólo en una época, para darles
más opciones de trabajo. Para ello, la idea es que exista algún tipo de
subsidio o ayuda para que el empleador se incentive, porque hoy estamos
con un riesgo alto de inversiones y la idea es convencer a los que
están indecisos”, manifestó.
El dirigente agregó que pese a que
la iniciativa aún está en una etapa preliminar, hay varias áreas
concretas de la fruticultura donde pueden materializarse inversiones
durante la temporada baja.
“Podemos colaborar con la caída de
los otros sectores aprovechando la disminución de contratación durante
los meses de baja actividad. En el invierno es cuando se hacen
plantaciones, se pueden hacer reparaciones. En el fondo todas las
grandes inversiones hay que hacerlas durante esa época, por la
disponibilidad de gente y un tema organizacional”, explicó Echeverría.
Precisó
que si bien la mayoría de las variedades de fruta viven su temporada
alta en los meses estivales, la meta es que de concretarse algún plan
éste funcione no sólo en invierno, sino que de forma contra cíclica
respecto de las distintas producciones del sector.
“La palta
tiene su período importante en invierno, por tanto el fomento debería
ser en verano. Osea, la idea es confirmar que se está apoyando el
trabajo en temporada baja”, concluyó.