El excepcionalismo estadounidense se vio debilitado esta semana.
El rally que protagonizaba Wall Street y las firmas tecnológicas se debilitaron en medio del arribo de la firma de IA china DeepSeek, los ambiguos resultados de las magníficas y una Fed más cauta.
El lunes, la semana arrancó con masivas liquidaciones que arrastraron los principales índices de Estados Unidos. A pesar de que con el pasar de los días gran parte del retroceso se revirtió, Wall Street no pudo escapar de una semana roja.
El S&P 500 cayó 1% y el Nasdaq un 1,6%. En medio de eso, las 7 Magníficas perdieron US$ 390 mil millones en capitalización bursátil, arrastradas por la caída de Nvidia (15%), Microsoft (6,5%) y Tesla (0,5%), mientras que Amazon, Google, Apple y Meta cerraron al alza.

Los sucesos fueron vistos por Goldman Sachs como un “llamado de atención”. “Es un recordatorio de que las utilidades de cualquier tecnología revolucionaria no recaen automáticamente en los inversionistas al principio del ciclo de adopción, y que la competencia humilla incluso a las empresas más grandes”, indicó su estratega de mercado, Peter Oppenheimer.
Y es que el óptimo escenario que arrastraban los inversionistas —marcado por el soft landing, menores tasas de interés y auge de las Magníficas— hizo al mercado vulnerable a las decepciones.
“Cuando los inversionistas apuestan todo por EEUU en general y por la tecnología en particular, el riesgo de decepción es alto”, agregó el estratega de Goldman Sachs.
“Momento Sputnik”
El nuevo modelo de IA irrumpió recientemente en el escenario y captó el interés de los usuarios. El pasado fin de semana DeepSeek fue la app gratuita más descargada en EEUU, siendo comparable a los modelos de OpenAI y Google.
Así, el lunes el pánico sucumbió a la mayor economía del mundo. La amenaza de DeepSeek para el dominio continuado de EEUU en IA fue clasificada como el “momento Sputnik”, haciendo referencia a cuando en plena Guerra Fría la Unión Soviética puso en órbita el primer satélite artificial.
¿La razón? DeepSeek lanzó un modelo que requirió US$ 5,6 millones y utilizó solo 2.048 chips de Nvidia. Así, los ingenieros asiáticos fueron capaces de crear un modelo de razonamiento y chatbot por una fracción del costo de sus rivales estadounidenses.
Sin embargo, a las horas se había sembrado un manto de dudas sobre la información que reportó la empresa china.
Se conoció que DeepSeek había gastado más de US$ 500 millones en procesadores a lo largo de su historia para probar y experimentar su modelo. “Parece rotundamente falso que China haya duplicado OpenAI por US$ 5 millones y no creemos que merezca la pena seguir hablando de ello”, sentenciaron en un informe los analistas de Bernstein.
Al mismo tiempo, investigadores de la industria advirtieron la posibilidad de que DeepSeek haya podido reducir sus propios costos gracias a los últimos modelos de OpenAI. Una situación que el propio CEO, Sam Altman denunció públicamente.
Decepción de resultados
El nuevo competidor en el mercado de la IA se sumó al agridulce sabor que dejó durante la semana la entrega de resultados de cuatro de las 7 Magníficas: Microsoft, Tesla, Meta y Apple.
A pesar de que Microsoft superó las expectativas de los analistas en ingresos y utilidades, su división de nube —su mayor fuente de ingresos— apenas cumplió con las previsiones, y la firma llegó a perder unos US$ 150 mil millones en valor de mercado.
Quien tampoco celebró fue Elon Musk. El empresario prometió una recuperación en las ventas de Tesla, pero su optimismo contrastó con los decepcionantes resultados del cuarto trimestre, en los que las ganancias y los ingresos no cumplieron las estimaciones del mercado.
“El cuarto trimestre fue un momento de regreso a la realidad para las acciones de Tesla, que han estado cada vez más desconectadas de los fundamentos”, señalaron desde Barclays.
La excepción de la semana fueron Meta y Apple, quienes vieron un crecimiento del precio de sus acciones en un 6,4% y 5,8%, respectivamente.
Meta superó las expectativas de los analistas, registrando un aumento del 21% en sus ingresos y un salto de casi el 50% en su ingreso neto, llegando a US$ 20.800 millones. Los buenos resultados se sumaron a un Zuckerberg que desestimó la preocupación de que la startup DeepSeek amenazara el desarrollo de un estándar global de código abierto por parte de Meta.
Por su parte, Apple registró ventas ligeramente mejores de lo que estimaban los analistas, pese que el iPhone y las ventas en China tuvieron desempeños más débiles de lo previsto.
¿El fin de una burbuja?
Mientras Nvidia insiste en comunicar que las innovaciones de DeepSeek benefician su negocio, su acción aún cotiza a un precio 15,8% menor que la semana pasada.
En esa línea, lejos de finalizar la incertidumbre, los inversionistas aún están tratando de entender las implicaciones para el mercado.
Donde sí hay claridad es que los inversionistas enfrentarán riesgos.
“Esperamos una volatilidad elevada a medida que los participantes del mercado reevalúen el potencial de ganancias a largo plazo de las empresas en la cadena de valor de la IA”, señalaron los estrategas de Deutsche Bank.
“Esto puede llevar semanas o incluso meses a medida que los analistas reajusten sus previsiones de utilidades”, agregaron.
Respecto al temor de una burbuja tecnológica pronta a explotar, desde Goldman Sachs descartan que los mercados bursátiles estén sobrevalorados; sin embargo, advierten que, en lugar de vender acciones, tal vez sea un buen momento para considerar diversificar sus posiciones.
“¿Por qué no comprar bonos? ¿Quizá añadir un índice de seguimiento estadounidense de igual ponderación? ¿Añadir un poco más de variedad geográfica? ¿Echar otra mirada a los compuestos de crecimiento global no tecnológicos?”, detalló el estratega jefe.
Los ganadores de la semana
Pese a todos los vaivenes de la semana, hay un selecto grupo que triunfó: los vendedores en corto. En las últimas semanas venían realizado una avalancha de apuestas contra el altísimo precio de las acciones de Nvidia. La caída del 17% del precio de las acciones de la compañía el lunes les generó ganancias US$ 6.750 millones, según cálculos del grupo de datos S3 Partners.