La necesidad de incorporar a más personas mayores en las organizaciones motivó a la Corporación Tálanton a lanzar “Empresas para todas las edades”, una iniciativa que busca promover la participación laboral de los talentos mayores de 50 años.
“Esta es una invitación a unirse a una comunidad de organizaciones líderes que están transformando el mundo laboral a través de la diversidad etaria. Es también un llamado a promover una cultura organizacional que valore la multigeneracionalidad como fuente de innovación y ventaja competitiva”, dijo la presidenta de Tálanton, Alejandra Pérez, esta semana en la presentación de la iniciativa.
Entre los asistentes en el salón Security de la Universidad del Desarrollo estaban representantes de las 22 empresas adheridas, entre ellas Esval, Subus Chile, Confuturo y Caja Los Héroes.
Luego de las palabras de bienvenida, se realizó un panel en el que participaron la decana de la Facultad de Psicología de la UDD, Teresita Serrano; el director ejecutivo de SelloMayor, Octavio Vergara; y la gerenta de personas y sostenibilidad de la Compañía de Seguros Confuturo, Sylvia Yáñez.
Aporte a la innovación
Para iniciar la conversación, Serrano aseguró que “estamos conviviendo con un modelo de personas mayores que está totalmente descontinuado y no conversa con la realidad”, porque “las personas que han estado activamente trabajando, se sienten tremendamente competentes para seguir trabajando, quieren seguir siendo activas”. Sin embargo, enfrentan “una barrera que es muy visible” que tiene que ver con la expectativa social de que las personas mayores se retiren de sus trabajos después de cierta edad.
La académica también puso énfasis en la necesidad de distinguir entre distintas formas de vejez. “La evidencia muestra, pero de una manera contundente, que las personas mayores son el grupo más heterogéneo en el ciclo del desarrollo. ¿Por qué? Porque lo que caracteriza a la persona mayor es su trayectoria, lo que ha hecho con su vida”, afirmó. “Algunas personas van a estar más capacitadas para algunos trabajos, otras no”, agregó.
Serrano planteó que las empresas deben gestionar el talento y destacó la importancia de crear ambientes multigeneracionales. “Las personas mayores, cuando se les pregunta si quieren trabajar con los jóvenes, dicen que les parece atractivo, interesante, innovador, lo valoran”, dijo, y acotó que “las personas quieren seguir creciendo y aprendiendo. Eso aporta al clima, aporta sentido al trabajo”.
Asimismo, destacó que la evidencia muestra que los equipos intergeneracionales son valiosos porque son más innovadores, lo que es un valor en contextos inciertos como el actual.
Desafío, no problema
A su turno, el director de SelloMayor advirtió que aun cuando legalmente una persona es mayor en Chile desde los 60 años, en el ambiente laboral la discriminación parte a los 50 años. “Hoy día un 30% de las personas mayores de 60 años trabaja activamente y lamentablemente casi la mitad lo hace de manera informal o por cuenta propia, lo que es súper grave”, añadió.
Una de las barreras que enfrentan las personas mayores es que “hay una percepción totalmente equivocada de lo que son las personas mayores y del aporte que pueden tener hacia la empresa”, dijo. Por ejemplo, “las personas mayores son las que menos tasa de ausentismo tienen, las que menos licencias presentan”.
Respecto de por qué el país y las empresas han tenido problemas para adaptar el cambio cultural, expresó que “hemos envejecido muy rápido como país. Nosotros en un período de menos de 30 a 40 años vamos a haber triplicado el número de personas mayores. No somos el único país al que le ha pasado esto. Es el caso de Francia, también España, pero les tomó más de 100 años hacerlo”.
Vergara afirmó que incorporar a talento senior en las organizaciones no solo genera beneficios a nivel interno, sino que aporta valor también de cara a los clientes, que también están serán cada vez más mayores.
“El envejecimiento es un desafío, no es un problema. Pero se puede transformar en un problema si es que como sociedad no generamos las condiciones adecuadas para la integración efectiva de las personas mayores”, concluyó.
Obligación, no opción
La gerenta de Confuturo explicó que siendo una compañía de seguros de vida que tiene como principales clientes a pensionados, hace seis años decidieron sumar a personas mayores entre sus colaboradores. Pusieron un anuncio en LinkedIn y fue un fracaso. Buscaron las razones y la principal era que “hay una desesperanza aprendida de que para qué voy a postular a un cargo si nadie me va a terminar contratando”, contó.
Yáñez relató el camino que transitaron en este período, incluyendo los errores que cometieron, como crear cargos diferentes para personas mayores. Entre las lecciones que han aprendido está que el cambio se debe gestar desde arriba, desde el directorio y la gerencia general. Otro aspecto es que no basta con querer, hay que aprender.
También hay que quitar la presión de que hay que retirarse obligatoriamente cuando se cumple la edad legal. “Muchos trabajadores creen que cuando se tienen que pensionar tienen que dejar de trabajar y Chile es un país en que no se juntan las dos cosas. Por lo tanto hay que quitar ese punto”, aseguró. Otro punto relevante es remover los sesgos y, especialmente, de los equipos de selección.
“Esto no es una opción. Las empresas tenemos la obligación de rentabilizar y sostenernos en el tiempo. No hay ninguna empresa que no tenga ese propósito. Todos los días pensamos como sostenernos en el tiempo y el capital más importante que tenemos en la organización es el capital humano”, enfatizó.