Economía y Política
Dante Contreras: “Este es un mal gobierno, con falta de ideas, proyectos y planificación”
El académico señala que en estos momentos “estamos en un punto de inflexión” que de hacerlo bien se podría solucionar el tema de fondo que afecta al país en materia de educación.
Por: Equipo DF
Publicado: Lunes 12 de septiembre de 2011 a las 05:00 hrs.
por Marta Sánchez Leiva
“O perdemos el partido o salimos jugando”, asevera el economista y profesor de la Facultad de Economía de la Universidad Chile, Dante Conteras.
Es que al académico -que estuvo dos años fuera de Chile ejerciendo como director ejecutivo del Banco Mundial- no lo ha dejado indiferente, afirma, el movimiento estudiantil y el descontento en general que la gente expresa en las distintas encuestas que miden la percepción del gobierno y de la clase política.
Aunque se declara un pesimista frente a la posibilidad de que se dé una solución de fondo, por ejemplo, al tema de la educación, asegura convencido que Chile se encuentra en un “punto de inflexión y hay que salir jugando con un diseño político-técnico de envergadura y de largo plazo”.
- ¿Cuál es su evaluación del gobierno a un año y medio de su elección?
- Este es un mal gobierno, con falta de ideas, proyectos y de planificación. La sensación ambiente que generaba esa imagen televisiva cuando se estaba en la campaña de los grupos Tantauco, con la corbata suelta, la camisa arremangada, era que estaban listos los proyectos de ley, que las políticas públicas estaban pensadas, que el diseño estaba acordado y, por lo tanto, llegarían a La Moneda y el gobierno estaría rápidamente empoderado en los distintos temas.
- ¿Y eso no sucedió?
- Lo que uno observa hoy es que no ocurrió, que ha sido insuficiente para instalar un gobierno, sobretodo, un gobierno que estuvo expectante durante 20 años.
- ¿A esto se podría deber la falta de relato del gobierno?
- La ausencia de un relato claro también ocurre, pero creo que es secundario a otros temas sustantivos. Entonces, hay hartos indicios que demuestran que esta administración ha tenido mucha improvisación.
- ¿Por ejemplo?
- El ministro Joaquín Lavín cuando era titular de Educación anunció una reforma a la educación, pero con las protestas estudiantiles rápidamente quedó en el olvido. O sea, la reforma que Lavín se imaginaba no tiene nada que ver con lo que estamos discutiendo hoy. Luego viene el GANE, que es una política que surge de la protesta en la calle, no proviene del gobierno como parte de su programa. Y, posteriormente, el senador Alberto Espina dice que esta es la reforma emblemática de este gobierno, pero si fuera así estaría desde el día uno. Eso, claramente, denota que ha faltado profundidad y densidad en la calidad de las políticas públicas.
Movimiento estudiantil
- También la crítica dice que el movimiento estudiantil que existe hoy no responde sólo a una coyuntura sino que es parte de una acumulación de problemas que vienen de los gobiernos de la Concertación, ¿es una justificación o hay parte de verdad?
- Hay parte de verdad en ese diágnostico. Es decir, lo que hacen los gobiernos de la Concertación es aumentar el PIB per cápita, el gasto social y las expectativas de la gente. Ahora, es cierto que el país ha mejorado, pero también las expectativas han ido creciendo y me parece que en esto el gobierno es correcto el análisis que hace.
- ¿Pero esto correría incluso si estuviera la Concertación en La Moneda?
- Cualquier otro gobierno se hubiera enfrentado a presiones parecidas, porque las expectativas del ciudadano promedio están desalineadas respecto a las oportunidades que el país le ofrece, entonces, naturalmente eso requiere de reformas más profundas. Lo que sí a mi me sorprende es que el tema de la desigualdad y de la educación estuvieron desde la campaña Lagos-Lavín en Icare, ahí estaba el debate. Hay muchas cosas que se han ido haciendo, pero la lentitud a la gente la tiene absolutamente abrumada. Es que en 2006 ocurre la revolución de los pingüinos, la presidenta Bachelet nombra esta Comisión de Educación, y a mi me tocó participar de ésta, se evacuó una serie de recomendaciones donde surge la Superintendencia y la Agencia de Calidad, que recién se aprueban ahora, ¡imagina la lentitud del proceso!
Cambios urgentes
- Si ya está claro el diagnóstico, ¿quién tiene la culpa de esa lentitud?
- La clase política está absolutamente al debe en este país y en este saco los meto a todos. Hay gente que ha hecho su carrera política, su vida con un sistema binominal absolutamente, arcaico que no permite la competencia, lo que ha generado el desinterés del mundo joven, que como no se siente representado sale a la calle. Entonces, o arreglamos esto o esta situación va a perdurar cuando cambie el gobierno y venga otro del lado que sea.
- Sirve avanzar en cambios al sistema binominal, inscripción automática…
- Claro que sirven, pero esto lo estamos discutiendo desde Patricio Aylwin, pero hay que preguntarse si es razonable mantener este sistema para el futuro y a quién le conviene este sistema.
- ¿A quién?
- A los instalados, le conviene exactamente a la derecha instalada y a la Concertación. Y la gente sabe que en estricto rigor gana uno de cada lado, lo que convierte la elección en un duopolio, donde somos todos amigos.
Crecimiento v/s encuestas
- Con la presión social que existe y los diagnósticos claros ¿estamos en un punto de inflexión?
- Claramente estamos en un punto de inflexión, entonces, es muy relevante hacer las cosas bien. Por ejemplo, el gobierno, Andrés Velasco que ahora es candidato presidencial, o cualquier otro actor relevante de la política nacional podría hacer una propuesta país compleja, integral. Porque es bien relevante poner un piso y un estándar de discusión que sea de largo plazo, con una buena política pública, pensando en el bien común, que genere estabilidad y no como se está tomando ahora. Por ejemplo, la discusión tributaria, el ministro ha ido venido respecto del tema, el mundo empresarial se muestra dividido en esto, porque algunos como Jorge Awad han dicho que si es por educación debiéramos hacer un esfuerzo, pero también deberíamos decirle a Jorge Awad que si esta dispuesto a hacer el esfuerzo esa reforma tiene que ser de envergadura, clara y de largo plazo no para los próximos seis meses.
- ¿Por qué?
- El riesgo que se corre si lo hacemos mal es que en tres años vamos a ir a golpear la puerta para hacer una nueva reforma tributaria. Entonces, hay que hacer una vez las cosas y hacerlas bien.
- En definitiva, si se realiza una reforma tributaria que sea profunda y de una sola vez...
- Exactamente, a lo que me refiero es que es bien curioso que el ministro de Hacienda afirme que no se requiere una reforma tributaria, porque eso refleja que está implícitamente pensando en la calidad actual de educación que sólo se financia con un mayor crecimiento económico. Pero, si de verdad se quisiera hacer una reforma que quiera cambiarle la trayectoria al país al 2020, como dice Mario Waissbluth, por ejemplo, se requerirán más recursos, ya que es claro que depende de la calidad que se defina, los recursos que se van a necesitar.
- El gobierno ha insistido en que la reforma a la educación costará sólo US$ 4 mil millones, ¿se partió mal?
- Así es, no se puede decir cuánto necesitas sino se fija el tema de la calidad, de los plazos y la integralidad. No puede ser que el tema de la educación sea enfocado a educación terciaria, si se quiere cambiar la calidad, si se quiere cambiar el rostro a este país tiene que partir de la preescolar. Y, cuando tengamos esta discusión realizada vamos a poder saber si costará 1,4 ó 2,2 punto del PIB (según un estudio publicado la semana pasada por la Universidad de Chile).