Lo de ayer es lo que se podría llamar, en su forma más pura, un vuelco inesperado. Porque a sólo tres días de que se concrete la junta de accionistas de Empresas Masvida, en la cual se sometería a votación la propuesta de Gamma Capital para ingresar a la propiedad del holding, ya no hay oferta que votar.
Esto luego de que el fondo de inversión, que había llegado a las negociaciones tras las gestiones del presidente del grupo, Claudio Santander, se bajó del proceso, lo que fue comunicado a la “Isapre de médicos” por la tarde, a través de una carta en la que se adujo que las investigaciones que estaba llevando adelante el Ministerio Público generaban un alto nivel de incertidumbre sobre el negocio que proyectaba para la compañía.
Sin embargo, según fuentes informadas, la administradora no logró reunir los $ 50 mil millones que habría ofrecido por quedarse con el 85% del grupo en el plazo requerido (que se resume en “lo antes posible”), a lo cual se suma el hecho de que tras el road show efectuado por el mismo Santander con los socios de Gamma, durante la semana pasada, el feedback que recibieron no dejaba lugar a dudas: el rechazo iba a ser prácticamente “absoluto” a las condiciones que imponía, entre las que se contaba la posibilidad de ir “adecuando” la oferta económica en el tiempo.
Las dos que pasan a la delantera
De que la junta se va a realizar, no hay duda. Esto porque, para cumplir con la normativa, se informará a los médicos socios que la oferta de Gamma (ya había sido aprobada por el directorio de Empresas Masvida), fue retirada.
Luego de esto, se informará a los accionistas las dos ofertas restantes, que son las del ex controlador de Cruz Verde, Guillermo Harding, cuyo principal interés estaría en parte de la red de clínicas que mantiene el grupo, y la de Nexus Partners, que está especialmente interesada en el negocio de la Isapre. Según trascendió, ambas propuestas serían presentadas como “complementarias”, aunque las partes no habrían sido notificadas de esto ya que no se ha evaluado -hasta el momento-, ningún tipo de asociación o trabajo conjunto. En el caso de decidir por una u otra, hay quienes creen que el fondo norteamericano corre con ventaja.
De esta forma, comentan fuentes conocedoras del proceso, se lograría asegurar “el valor social” del grupo, manteniéndose desde la red de infraestructura y personal de planta, la mantención del plan médico socio, a lo que se suma que los actuales accionistas se quedarían con el 25% de la propiedad, y no con el 15% que proponía Gamma.
Así, una vez informada la junta de algunos detalles que aún no han sido definidos -como por ejemplo, en qué condiciones se concretará esta operación de ofertas-, se deberá citar, nuevamente y en el menor plazo posible, una junta para votar.
Ello, a menos que el 100% de los accionistas le den el poder al directorio para concretar este paso, cosa que es vista como “bastante improbable” por algunos accionistas.
Fiscalía evalúa pedir información a bancos acreedores de Isapre
POR CAMILA ARAYA
Nadie se salvará. Hoy son la Superintendencia de Salud y Empresas Masvida las que están recabando la información solicitada por la Fiscalía Oriente en el marco de la investigación que lleva de oficio para determinar la existencia del delito por parte del holding de salud de entrega de información falsa al mercado a partir de sus estados financieros. Claro que ambas entidades no serán las únicas requeridas en este proceso.
El jefe de la Unidad de Alta Complejidad de la Fiscalía Oriente, Carlos Gajardo, estaría evaluando extender sus pericias a los bancos acreedores de la Isapre, dado que estos son los que le han girado los montos con los que la aseguradora ha entrado las garantías que le solicita la Superintendencia de Salud para cubrir las prestaciones que realizan los usuarios, razón por la cual también estarían al tanto de información financiera de la empresa.
En paralelo a los próximos pasos que daría el persecutor, tras conocerse nuevas ofertas por el alicaído grupo, todas las cuales no fueron comunicadas a sus accionistas, arrecian las acciones legales en contra del directorio que lidera el doctor Claudio Santander.
Un caso es el de dos de las sociedades fundadoras de la compañía, que anunciaron la presentación de una denuncia penal ante el Juzgado de Garantía en Concepción, que cuenta con la representación del abogado Remberto Valdés, acción a la que además estarían evaluando sumarse otros de los presidentes de sociedades médicas.
El objetivo es hacerse parte en calidad de víctimas de la investigación que lleva adelante Gajardo, al tiempo que persiguen dejar sin efecto la junta extraordinaria del viernes, que fue citada para someter a la votación la propuesta de asociación de Gamma Capital, la que ayer se supo no iba más.
En Santiago otras sociedades de médicos representadas por la abogada Bárbara Salinas, evalúan medidas del mismo tenor.
¿Salida de Santander?
Mientras persisten los rumores de alejamiento de Santander de la mesa de la Isapre, lo que se concretaría mañana, aunque consultado el médico precisó que es su deber encabezar la asamblea, dado que los nuevos inversionistas instalarán una nueva mesa en la compañía, razón por la que su "gran preocupación" es "terminar todo de la mejor forma posible", es decir, que se cumplan los objetivos pese a lo complejo del escenario que enfrenta la empresa.
MÉDICOS BUSCAN NUEVO PRESIDENTE
Otro de los coletazos que ha implicado el ya polémico ingreso de un socio capitalista a Masvida, ha sido que Claudio Santander, histórico presidente de la "Isapre de médicos", dejaría en el corto plazo su cargo. De hecho, hasta antes de que Gamma Capital retirara su oferta, los trascendidos apuntaban a que éste dejaría el directorio una vez que se aprobara la operación.
De todas maneras, lo cierto es que ya comenzó la búsqueda de un nuevo presidente, esto al menos por parte de sociedades de inversión de médicos que están "muy disconformes" con la manera en la que se ha llevado a cabo este proceso.
Entre las principales críticas, se encuentra el "secretismo" que ha rondado en relación a los "verdaderos números de Masvida", a lo que se suma que no se haya efectuado una competencia abierta de ofertas.