La
Comisión Europea (CE) advirtió hoy de que "no
aceptará" que el aporte financiero de cada país al plan de rescate de Opel
se refleje en el número de despidos que se produzcan en la operación de venta
de la compañía automovilística al grupo austríaco-canadiense Magna.
"La CE
no aceptará que la ayuda estatal esté condicionada por la implementación de un
plan de negocios, previamente discutido o negociado con los estados miembros,
que defina la distribución geográfica de las medidas de reestructuración sin
permitir a las empresas revisar sus planes si lo ven necesario", asegura
un comunicado del ejecutivo comunitario.
El plan de reestructuración de Opel "debe garantizar
que la compañía será viable en el futuro", por lo que cualquier ayuda
financiera de las autoridades públicas "debe estar completamente en línea
con las reglas de mercado interior", insistió Bruselas en un comunicado.
La CE
asegura que está en contacto con las autoridades de los países implicados para
garantizar estas condiciones.
En el caso de Alemania, recuerda que examinará
"cuidadosamente" si las autoridades germanas han incluido condiciones
no-comerciales en sus ayudas a Opel en relación a las inversiones o a la
distribución geográfica de las medidas de reestructuración.