De “champaña” a “vino espumante”. Esa es la metamorfosis que está sufriendo este reconocido licor, a propósito, precisamente, de los acuerdos a los que Chile llegó respecto de la denominación de origen.
Según recordó el titular de la Direcon, Carlos Furche, “cuando se negoció con la Unión Europea en 2002, nuestro país tomó el a-
cuerdo de reconocer la denominación Champaña como una indicación geográfica de Francia”.
Esto llevó a que se diera un plazo de adecuación al mercado local, tanto para la exportación del producto, como para el consumo en el mercado interno.
Así, explicó Furche, tras cinco años, nuestro país ya no exporta vino espumante bajo la calificación conocida como champaña, en tanto que para la comercialización doméstica “basta ir al supermercado para ver que la denominación ya no está”, subraya el personero de la Cancillería.
Esto, sin embargo, no fue a cambio de nada, ya que Francia reconoció como la denominación de origen de algunos licores chilenos.
“Existe certificación respecto de vinos como los del Valle del Maipo y otros” argumentó Furche, quien agregó que este tipo de resoluciones favorecen la apertura de los mercados y “facilitan la vida a aquellos que realizan las actividades comerciales”.