Por Jimena Catrón Silo
Va a ser la primera apertura en bolsa de 2013, y están afinando los últimos detalles. Y es que la colocación de Tresmontes Lucchetti, controlada por el empresario Pedro Ibáñez, se concretará durante la última semana de marzo, teniendo a Celfin como líder en la operación, en la que también participan BICE y BCI.
La apertura, por unos
US$ 150 millones, estará destinada principalmente al mercado small cap; es decir, el road show a inversionistas se enfocará en agentes financieros, aunque también se espera que las AFP ingresen con un pequeño porcentaje, ya que éstas por lo general entran en empresas cuyo tamaño supera los US$ 1.000 millones.
El prospecto de la colocación fue ingresado en septiembre pasado a la SVS, y se espera que durante los próximos días sea aprobado por el regulador. No ha habido comentarios que retrasen su visto bueno, por lo que ya está todo prácticamente listo.
Esta apertura, que se realizará con la emisión de 132.930.731 acciones, es la cuarta operación de este tipo de una compañía perteneciente a la industria de alimentos, después de CCU, Watt’s y Carozzi.
Los fondos que se obtengan de esta emisión serán destinados en un 100% para financiar el plan de inversiones de Tresmontes Lucchetti, principalmente en crecimiento orgánico e inorgánico en Chile y México.
Actualmente la compañía de Pedro Ibáñez tiene presencia en más de 40 países, y algunos de sus productos ya son distribuidos en México.
La idea de la compañía abrirse a bolsa se comenzó a gestar en 2011, cuando ingresaron a la propiedad, con el 28,7% y tras el pago de US$ 125 millones, la administradora de inversiones Los Andes, junto al Fondo de Inversión Privado Magallanes e Inversiones Costanera, ligado al empresario Alfonso Swett Saavedra.
El ojo puesto en México
De que las principales empresas chilenas tienen los ojos puestos en el país del norte no hay duda. Y es que un mercado que es promedio ocho veces mayor al local, con más de 100 millones de habitantes, hace que el apetito por ingresar a él no sea menor, especialmente para las empresas de retail y alimentos, entre otras.
En el caso de la compañía controlada por Ibañez, la aspiración por ingresar en grande a este país ha existido por al menos tres años, y conocedores de la operación comentaron que a pesar de que en ocasiones anteriores mantuvieron conversaciones para concretarlo, éstas finalmente no llegaron a puerto.
Pero ahora la situación puede ser distinta. Según publican medios de ese país, dadas las proyecciones de crecimiento de México, el mejor momento para hacer inversiones en esta industria podría ser precisamente éste, ya que los próximos cinco años serán cruciales para la consolidación del sector de alimentos y bebidas en esa nación.
Además, dada su estratégica posición geográfica, es una buena puerta de entrada para el mercado norteamericano.