Fusión Televisa-Iusacell desafía el dominio de América Móvil en México
Debido al poderoso lobby de las empresas y la debilidad institucional, México seguirá careciendo de un mercado de telecomunicaciones eficiente y competitivo.
Por: Equipo DF
Publicado: Viernes 22 de junio de 2012 a las 05:00 hrs.
Una controvertida fusión entre Televisa, la principal red televisiva de México, y Iusacell, un operador de celulares, fue aprobada por el regulador el 14 de junio, lo que constituye un gran desafío al dominio de América Móvil en el mercado telefónico mexicano. Hubo numerosas condiciones antimonopólicas, aunque hay dudas de su cumplimiento. EIU cree que la alianza Televisa-Iusacell aún puede ejercer una significativa influencia para reducir las condiciones. La principal es que ninguna firma impedirá la introducción de al menos una nueva red televisiva al mercado los próximos dos años.
El mercado local de telecomunicaciones experimenta actualmente una de sus transformaciones más importantes desde la privatización en los ‘90. El 6 de junio, el regulador Cofetel fijó las directrices de la subasta de al menos una nueva red de televisión en los próximos dos años como parte del paso hacia la televisión digital, que comenzará a funcionar a fines de 2015. Hasta ahora, la televisión local ha sido dominada por Televisa y TV Azteca, que han impedido sistemáticamente la entrada de redes rivales.
Ambas también han sido activas en la televisión por cable, así como el lucrativo servicio que combina TV cable, Internet, celular y teléfono fijo en un solo paquete. Esto les ha significado chocar con otro gigante del sector, América Móvil, del multimillonario Carlos Slim. América Móvil actualmente domina el sector telefónico local, con un 70% de participación entre celulares, frente al 20% de la rival Telefónica (España) y 5% de Iusacell (propiedad del Grupo Salinas, que también controla TV Azteca). Sin embargo, la ley actual no ha permitido a Televisa o América Móvil operar en mercados rivales, a pesar del fuerte lobby de ambas firmas, que han argumentado que la oferta de paquetes combinados bajaría los costos a los usuarios. Según la OCDE, los costos de telecomunicaciones de México están entre los mayores de los países miembros, y ha habido varios llamados a abrir el sector a una mayor competencia.
La fusión Televisa-Iusacell (en la cual Televisa accede a un intercambio de deuda/acciones de US$ 1.600 millones dando una participación de 50%) finalmente otorga a Televisa un largamente ansiado pie de apoyo en el mercado telefónico. Un intento de fusión anterior con Nextel fracasó por cuestionamientos legales de TV Azteca. Las inversiones de Televisa ya han ayudado a Iusacell a mejorar su posición de mercado desde 2011, aunque desde un nivel muy pequeño. Aunque es improbable que la fusión haga mella en el dominio de América Móvil en el corto o mediano plazo, representa el primer desafío importante al líder del mercado desde que Telefónica entró en 2001. Además, como parte de un acuerdo de ahorro, Iusacell ha optado por compartir parte de la infraestructura móvil de Telefónica, que le permitiría ofrecer precios más competitivos.
Ida y vuelta
Probablemente el aspecto más controvertido de la fusión fueron las condiciones de Cofetel, que buscan evitar que Televisa y TV Azteca creen barreras a la introducción de una tercera red de televisión. El mecanismo clave será la disolución automática de la fusión (mediante la venta de la participación de Televisa en Iusacell) si la subasta para una tercera red fracasa tras dos años. Otras condiciones incluyen no discriminar en la venta de espacio publicitario a terceras partes así como nuevas normas para comercializar el contenido de TV paga de Televisa y TV Azteca. Las multas podrían llegar al 10% de los ingresos anuales de la firma.
Sin embargo, expertos dudan que estas condiciones puedan cumplirse. Ambas compañías han apelado fuertemente a recursos legales en el pasado, y Cofetel es débil y carece de autoridad para sostener las sanciones. Una multa récord de US$ 1.000 millones a América Móvil en 2011 por prácticas monopólicas fue anulada en mayo de 2012, tras un amparo de la firma. Estos recursos legales son empleados con demasiada frecuencia (y éxito) por las empresas mexicanas para anular decisiones de reguladores y tribunales, y Televisa-Iusacell podría finalmente usarlos para cuestionar algunas condiciones del acuerdo (que Grupo Salinas calificó de “excesivas” a pesar de acceder finalmente el 18 de junio).
Las implicancias políticas de la operación también son preocupantes, ya que el manejo de las consecuencias en caso del incumplimiento de las condiciones quedarán mayormente al próximo gobierno. Por eso no es sorprendente que las dos históricas decisiones sobre la subasta de la nueva red de televisión y la fusión hayan ocurrido tan cerca del final del actual mandato, ya que el gobierno no habría querido gastar su capital político en enfrentar cualquiera de las empresas en caso de que incumplan. Ambas redes son consideradas como “hacedor de reyes” a nivel político, debido a su capacidad de influir la cobertura e imagen de los candidatos presidenciales, lo que ha llevado directamente al reciente surgimiento de una rebelión estudiantil (el movimiento #YoSoy132), que se ha dirigido mayormente contra la percepción de parcialidad mediática.
Aunque el ingreso de Televisa al mercado celular podría causar una ligera reducción de costos para los usuarios, hay significativos riesgos de que las condiciones de la fusión no se cumplan, y la introducción de una nueva red de televisión podría seguir aplazada. Además, existe el potencial de tácticas de represalia de América Móvil. Aunque los tres principales candidatos han puesto el tema de la competitividad al tope de sus respectivas agendas, hay escasos precedentes de reformas exitosas en esta área, dado el fuerte poder de lobby de estas empresas y los débiles mecanismos institucionales disponibles para los reguladores. Por eso, creemos que seguirá sin haber un mercado de telecomunicaciones realmente eficiente y competitivo en México en los próximos años.