El
ministro brasileño de Hacienda, Guido Mantega, advirtió hoy en una
entrevista con el Financial Times de una "guerra comercial global" por
la manipulación monetaria y mencionó en concreto a Estados Unidos y
China.
Según Mantega, Brasil está tomando preparativos
destinados a impedir que siga apreciándose el real y planteará el tema
en la Organización Mundial del Comercio y otros foros mundiales.
"Se trata de una guerra monetaria que se está convirtiendo en una
guerra comercial", afirma Mantega en su primera entrevista exclusiva
desde que Dilma Rousseff sustituyó a Luiz Inácio Lula da Silva al frente
del país.
Sus comentarios, señala el periódico, siguen a las
intervenciones que hicieron la pasada semana en los mercados de divisas
tanto Brasil como Chile y Perú, las recientes y fuertes apreciaciones
del franco suizo y otras monedas y a la huida de las inversiones de las
economías renqueantes de EE.UU. y Europa.
El Fondo Monetario
Internacional insinuó la pasada semana que el mundo necesita nuevas
reglas que gobiernen el recurso por los gobiernos a los controles de
capitales.
Mantega utilizó ya el pasado septiembre la
expresión "guerra de divisas" antes de aplicar controles a las
inversiones de cartera extranjeras en Brasil para frenar una apreciación
del 39 % del real frente al dólar en los dos últimos años.
El
jueves, el banco central del Brasil puso en práctica por sorpresa una
medida destinada a impedir la venta en corto del dólar (apostando por su
depreciación) frente al real por los bancos y anunció que deben
esperarse más medidas "en el mercado de futuros".
Según
Mantega, el tema de las manipulaciones cambiarias estará este año en la
agenda del G20 y Brasil cabildeará también en la Organización Mundial
del Comercio (OMC) para que se las considere como un tipo de subsidios
velados a las exportaciones.
Los analistas creen, sin embargo,
que será difícil cambiar las reglas de la OMC para incluir los tipos de
cambio porque China seguramente vetaría una propuesta en ese sentido.
Según Mantega, el comercio de Brasil con Estados Unidos ha pasado de
un superávit de en torno a los US$ 15.000 millones a favor del
país latinoamericano a un déficit de US$ 6.000 millones desde que Washington
empezó a reflotar su economía mediante una política monetaria laxa.
Para el ministro brasileño, la sobrevaluada moneda china está también
distorsionando el comercio mundial: "Tenemos excelentes relaciones con
China, pero hay algunos problemas. Por supuesto que nos gustaría ver una
revaluación del renminbi".