El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, reconoció hoy que se ha producido un debilitamiento de la economía de la zona del euro y defendió la necesidad del nuevo programa de compra de deuda soberana.
En la rueda de prensa posterior a la reunión del consejo de gobierno, Draghi dijo que "se espera que la actividad económica en la zona del euro siga débil, aunque sigue apoyada por nuestra política monetaria".
El presidente del BCE fue más cauteloso respecto a las perspectivas de crecimiento de octubre y apostilló que "el crecimiento va a seguir débil" el próximo año y que "existen riesgos a la baja para el crecimiento".
Draghi explicó que "el consejo de gobierno no discutió qué va a hacer el próximo año en términos de política monetaria", lo que hace pensar que dejará inalterada su tasa de interés en diciembre y que esperará antes de modificarla.
Draghi recordó en un discurso que "la debilidad de la economía de la zona del euro hace que los tipos de interés se sitúen en niveles muy bajos. Y la crisis de confianza en algunos de los países de la zona del euro genera flujos de dinero a puertos seguros en Alemania lastrando los tipos de interés aún más".
Pese a todo, Draghi hizo hincapié en "que las condiciones de los mercados financieros son más fáciles que hace tres meses" e insistió en los efectos positivos del nuevo programa de compra de deuda soberana.
"Esto apoya nuestro escenario principal de que es probable que el BCE mantenga estables las tasas de interés en los próximos doce meses", según el economista jefe de Commerzbank, Jörg Krämer
En esa línea, Draghi explicó que el anuncio del nuevo programa de compra ilimitada de deuda soberana ha contribuido a la mejora de estas condiciones financieras para muchos países y para ello utilizó varios indicadores.