El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, presentará su plan económico y de creación de empleo en una sesión conjunta de ambas Cámaras del Congreso el próximo día 7, anunció hoy la Casa Blanca.
En un mensaje a través de la red de microblogs Twitter, el director de Comunicaciones de la Casa Blanca, Dan Pfeiffer, anunció que Obama intervendrá ante ambas Cámaras el miércoles a las 20 horas (00:00 GMT del jueves).
El mandatario escribió una carta al presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, y al líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, en el que pide la convocatoria de la sesión.
En la misiva explica que presentará una serie de "propuestas bipartidistas" que el Congreso puede adoptar de manera inmediata para impulsa la economía de Estados Unidos.
"Nuestro país encara desafíos económicos sin precedentes y millones de buenos trabajadores estadounidenses siguen buscando empleo”, afirma Obama en la carta.
El presidente de EEUU añade que "Washington necesita dejar de lado la política y empezar a tomar medidas, basadas en lo que más conviene a nuestro país y no lo que es mejor para cada partido, para hacer crecer la economía y crear empleo".
La creación de empleo y la marcha de la economía son ahora mismo las grandes preocupaciones de los estadounidenses de cara a las elecciones de noviembre del año próximo.
El empleo se encuentra en el 9,1% y los cálculos de entidades como la Oficina de Presupuestos del Congreso prevén que no descienda de manera sustancial hasta 2014.
Extensión de ley para gastos de transporte e infraestructura
Como otra medida para proteger las plazas de trabajo, el mandatario instó además al Congreso a que apruebe una extensión de la ley de gastos para el transporte público e infraestructura que protegerá a un millón de empleos y es vital para el comercio.
"Para los trabajadores de construcción y sus familias en todo el país (la extensión de la ley) representa la diferencia entre cubrir o no cubrir sus necesidades", advirtió Obama.
Además señaló que sin la extensión de la ley, que vence el próximo 30 de septiembre, "más de 4.000 trabajadores afrontarán de inmediato una suspensión sin pago", y una demora de tan sólo diez días significará la pérdida de cerca de US$1000 millones en fondos para las carreteras.
"Si se demora más, cerca de un millón de trabajadores podrían perder sus empleos en el próximo año", advirtió el mandatario.